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El dolor puede llegar a ser incapacitante: Así puedes identificar la lumbalgia

El lumbago es la forma con la que popularmente se conoce a la lumbalgia, un trastorno que afecta a gran parte de la población al menos una vez en su vida.

La lumbalgia es un dolor localizado en la parte baja de la espalda. Una de sus causas más frecuentes es la distensión de un ligamento o de un músculo de la espalda, lo que se puede producir tras levantar algo pesado o realizar un movimiento brusco.

Según el grado de distensión de la lesión va a ser la intensidad de los síntomas, que pueden ir desde una molestia leve hasta un dolor físico fuerte e incapacitante.

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¿Cuáles son los síntomas de la lumbalgia?

De acuerdo a lo que señala el portal Spine-health, las distensiones de la espalda con frecuencia se curan por sí solas, con la ayuda de alguna combinación de descanso, aplicación de hielo o de calor, antiinflamatorios, estiramientos leves y progresivos y ejercicios para la parte inferior de la espalda.

De todas formas, la severidad del dolor es clave para distinguir un lumbago de un dolor tradicional. Estos son los síntomas de la lumbalgia:

  • Dificultad para moverse que puede ser lo suficientemente grave como para impedir que el paciente camine o se ponga de pie.
  • Dolor que no se irradia por la pierna o un dolor que también pasa por la ingle, la nalga o la parte superior del muslo, pero que rara vez llega debajo de la rodilla.
  • Dolor que suele ser sordo (no es intenso, pero sí continuo, y es difícil de describir o localizar).
  • Espasmos musculares que pueden ser graves.
  • Área localizada que es dolorosa con la palpación.

Tratamiento y prevención

En gran parte de los casos, el dolor lumbar se puede controlar con medicamentos de venta libre, como el ibuprofeno, o con descanso.

En los casos más severos, podría requerir inyecciones en la espalda, terapia kinesiológica, o el uso de un aparato ortopédico para sostener la espalda y así aliviar las molestias.

Para prevenir este padecimiento y evitar el dolor de espalda, se puede mejorar la condición física para mantener una espalda fuerte y saludable. Para lograr esto puedes realizar lo siguiente:

  • Hacer ejercicio.
  • Desarrollar fuerza y flexibilidad muscular.
  • Mantener un peso saludable.
  • Dejar de fumar.
  • Pararse bien.
  • Sentarse bien.
  • Levantar peso de manera consciente.

Nota importante: Este artículo tiene un carácter meramente informativo y por ningún motivo debe reemplazar las indicaciones u órdenes de su médico tratante. Si usted está bajo tratamiento médico o padece de alguna condición crónica, debe seguir estrictamente las recomendaciones de su profesional de salud.

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