Logo Mega

Este aviso se cerrará en segundos

El amor no es un algoritmo: por qué "Amores Materialistas" es la comedia romántica que necesitábamos

En medio de la vida nos paramos a pensar. No es tan fácil hacerlo, el mundo convulsionado avanza muy rápido e imposibilita la opción de pensar en algo más que producir. La lógica esclavista del mercado implica una constante producción, que todo deje algo, que todo tenga sentido. De vez en cuando, nos paramos a pensar, a sentarnos en el piso fuera de una tienda y escuchar. Luego de su ópera prima Vidas Pasadas, la directora y guionista Celine Song vuelve con Amores Materialistas, su nueva película protagonizada por Dakota Johnson, Chris Evans y Pedro Pascal. Una comedia romántica que ya se encuentra en los cines.

Celine Song tiene un talento gigantesco, que acompaña con una pluma elegante, que le permite construir guiones intensos y realistas. Amores Materialistas no está tan refinada como la obra maestra de Vidas Pasadas, pero logra posicionarse como uno de los estrenos más importantes del año. En una industria que se acostumbró a entregar comedias románticas simplonas y ausentes de carácter, esta película no solo viene a entregar buen cine, sino que también construye una cruda y honesta lectura del amor actual.

Lucy (Dakota Johnson) es una casamentera, una trabajadora de una empresa que empareja perfiles en citas, un Tinder más refinado. En el matrimonio de una de sus clientas conoce a Harry (Pedro Pascal) un millonario perfecto, un hombre 10. Pero en ese mismo matrimonio se vuelve a encontrar con John (Chris Evans) antigua pareja de Lucy, un actor venido a menos que para tratar de sobrevivir trabaja en una banquetera y comparte piso con una pareja de OnlyFans y un escritor frustrado que pasa demasiado tiempo encerrado (tanto que no lo conocemos en demasía). Qué va, un clásico peliculón romántico donde la protagonista debe elegir entre dos hombres que representan una antítesis uno del otro. Sabrina de Billy Wilder, The Notebook de Nick Cassavetes, The Philadelphia Story de George Cukor.

Pero Celine Song da cuenta de su abrumadora habilidad de dotar su historia de un realismo persistente. Como si se construyera de rezagos de recuerdos, la película va alimentando el corazón con base en una verosimilitud. No es menor que el enfoque del amor se demuestre mediante una compañía de citas. La película construye su primera mitad en la muestra del amor como una transacción, siguiendo la lógica de las app de citas. La venta del producto, el amor al mejor postor, la búsqueda de mi pareja ideal a base de una lista de supermercado de atributos. No es casualidad que el personaje de Pedro Pascal sea definido como un hombre unicornio, mismo apodo que recibe una compañía que alcanza una valoración superior a 1.000 millones de dólares. Todo se rige bajo el parámetro de la mercantilización del amor.

Pero bien, sabemos que el amor es algo más simple (o complicado) que eso. La disputa interna de Lucy en torno a la comida en restaurantes caros o en un local de barrio es mirada con un prisma sumamente realista.

Al igual que en Vidas Pasadas, Celine Song carga su historia de un realismo inusitado. Hay una subtrama con una de las clientas de Lucy y sus constantes problemas para encontrar pareja que creo que no se logra aprovechar tanto. Pero en esa conversación final entre Lucy y Sophie (Zoe Winters) se termina condensando todo el espíritu de la historia. La definición de amor definitiva.

Con un pulido trabajo actoral, es agradable recordar lo buen actor que es Chris Evans. Obligado por años a contenerse bajo un limitado rol (en lo actoral) como el del Capitán América, Evans crea un personaje complejo, entregadísimo a sus pasiones y a su mundo. Es el Chris Evans que vemos súper poco (Knives Out, Snowpiercer) pero que es grato saber que existe.

No hay que perderle el rastro a Celine Song. Sus dos primeras obras hablan de un talento inusitado para trasladar al espectador a una especie de recuerdo romántico, de presionar la memoria emotiva y convertir una historia de amor llena de clichés en un relato honesto y desgarrador del amor y sus complicaciones. Un sentimiento tan simple que en su misma simplicidad se complejiza a niveles inentendibles. Tal vez no hay que entenderlo.