Libro asegura que Neruda abandonó a su hija y la llamaba "vampiresa de tres kilos"
"Malva" es el nombre del libro publicado por la escritora holandesa Hagar Peeters que cuenta una no muy conocida historia del poeta nacional y Premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda.
Se trata de la vida de Malva Marina Trinidad Reyes Basoalto, la hija que el escritor que tuvo con su primera esposa María Hagenaar Vogelzang, también conocida como "Maruca", con quien se casó en la Isla de Java cuando era Cónsul de Chile y a quien terminó abandonando junto con su madre.
El medio español El Mundo publicó un artículo sobre esta obra y la vida que tuvo Malva, quien murió con sólo ocho años producto de una hidrocefalia.
La niña nació en Madrid el 18 de agosto de 1934 generando inmediata sorpresa por el gran tamaño de su cabeza, que era producto de la enfermedad que sufría. "Una criatura (¿lo era?) a la que no se podía mirar sin dolor", fue la descripción que hizo de ella el poeta español Vicente Aleixandre tras visitarla.
El artículo precisa que si bien en un primer momento Neruda mostró su felicidad por el nacimiento y que la calificó como "lo más bonito del mundo", su opinión cambió cuando entendió la gravedad de la enfermedad que sufría y que le daba un corto período de vida. Incluso, tuvo calificativos para ella como "un ser perfectamente ridículo" y "vampiresa de tres kilos".

Malva murió en 1942 cuando tenía sólo ocho años.
Además, en una carta que le envió a su amiga Sara Tornú, esposa del poeta argentino Pablo Rojas Paz, describió detalles la deficiente salud de única hija: "Aquella cosa pequeñilla sufría horriblemente, de una hemorragia que le había salido en el cerebro al nacer", recalcó.
Finalmente, en 1936 Neruda dejó a su esposa y su hija para irse a vivir con la argentina Delia del Carril, "La Hormiguita", dejando a ambas casi sin dinero en la ciudad de Montecarlo a donde habían llegado escapando de la Guerra Civil de España.
Tras el abandono, Hagenaar Vogelzang se instaló con su hija en la ciudad holandesa de Gouda, donde "Maruca" vivió en pensiones y trabajó en lo que pudo para substituir mientras dejaba a Malva al cuidado de una familia cristiana. También le pidió dinero a Neruda por escrito para darle de comer a la niña: "Mi último centavo lo gastaré en enviar esta carta", escribió.
Producto de su enfermedad, Malva murió el 2 de marzo de 1943 y fue enterrada en el cementerio de la ciudad. "Maruca" le comunicó la noticia a Neruda mediante el Consulado de Chile en La Haya y le pidió reunirse con él, pero no obtuvo respuesta.