Subsecretario de Justicia sobre extorsiones en Santiago 1 que motivó traslado de reos: "Era bastante cruel"
- Por Vladimir Núñez
¿Qué pasó?
La jornada de este domingo, el subsecretario de Justicia, Jaime Gajardo, en compañía del director nacional de Gendarmería, Sebastián Urra, dieron a conocer el traslado de 42 internos fuera de Santiago 1, a fin de desbaratar grupos dedicados a extorsionar a otros reclusos.
¿Qué dijo la autoridad?
En la instancia, el subsecretario Gajardo explicó que realizaron un traslado masivo de "imputados de alta peligrosidad a distintos módulos de alta seguridad a lo largo de nuestro país, con el objetivo de desbaratar estas bandas, de mejorar la seguridad interna de nuestros establecimientos penitenciarios, y por sobretodo, de tratar de desarticular estas bandas de crimen organizado".
Sobre estas agrupaciones, detalló que se tratan de "imputados de distintos delitos, el perfil, lamentablemente, es de personas extranjeras, principalmente de nacionalidad venezolana y colombiana (...) Ellos estaban extorsionando, principalmente, a personas que no tenían antecedentes penales previos, por eso se denominan 'primerizos', y a personas que eran de bajo nivel de peligrosidad".



Sobre estas extorsiones, Gajardo enfatizó en que "la extorsión era bastante cruel, eran sometidos a distintos vejámenes".
Además, al ser consultado por si estas bandas estaban vinculadas a agrupaciones criminales en el exterior del penal, como por ejemplo el Tren de Aragua, Gajardo respondió que "exactamente, pueden haber vinculaciones con bandas que están operando tanto dentro de las cárceles como afuera", sin embargo, reclinó dar mayor información por "razones de inteligencia policial".
Por útlimo, señaló que sí "son personas que se encuentran involucradas a bandas, a crimen organizado".
Hacinamiento y extorsiones
Las medidas implementadas por el subsecretario Gajardo y el director nacional de Gendarmería, Sebastián Urra, llegaron como respuesta a la visita sorpresa realizada por el juez de Garantía, Fernando Guzmán Fuenzalida, al Complejo Penitenciario Santiago 1, que develó las precarias condiciones en las que se desarrollan los presos, además de extorsiones en contra de reos primerizos.
El magistrado constató la presencia de "gran cantidad de personas privadas de libertad en espacios limitados, en condiciones sanitarias precarias. Al ingresar los imputados al módulo no se les asigna un dormitorio, el que deben encontrar por su cuenta, no obstante la situación de hacinamiento. No existe agua caliente".
"Cada cama debía ser compartida por tres o cuatro imputados. A dicha hora los internos se encontraban en los patios exteriores comunes. Personal de Gendarmería informó que dichas dependencias están destinadas para ser ocupados por personas que no registran condenas anteriores, lo que explica que cerca de 50/60% sean extranjeros", añadió.
El juez Guzmán, además, se entrevistó con un reo chileno que "señaló que en el módulo 14 pernoctó en una habitación con dos colchonetas para las seis personas presas, estando los baños tapados y con mal olor, recibiendo buen trato por parte del personal de Gendarmería".
"En el módulo 34 se encontró con muchos extranjeros, entre los cuales diez a quince dominicanos y/o colombianos de raza negra lo recibieron a agresiones verbales tratando de obligarlo mediante empujones a que ingresara al sector de las duchas (sin visión de cámaras de seguridad), logrando resistirse y arrancar del grupo, los que le quitaron una frazada y utensilios”, añadió.
Por ello, "funcionarios de Gendarmería lo llevaron a una celda de aislado con tres personas más. Luego fue trasladado al módulo 88, lugar en que indica haber sido nuevamente amenazado, pero por un grupo de chilenos".
Allí indicó que "lo empujaron hasta el fondo del recinto, procediendo a sacarle sus ropas (lo dejaron en calzoncillos y toalla) para fotografiarlo, exigiéndole los números telefónicos de sus familiares para enviarles, vía WhatsApp, audios y fotos, y pedirles dinero a cambio de no agredirlo. Empezaron pidiendo entre $30.000 y $50.000 al día”.
El magistrado ingresó al módulo 88, donde sorprendió "a un grupo aproximado de diez internos que en un sector cercano al baño desvestían e inspeccionaban las vestimentas de un imputado".
"Mientras el suscrito ordenaba que fuera rescatado y llevado por personal de Gendarmería a una sala especial para interrogarlo privadamente, fue directamente amenazado de muerte por varios sujetos que se le acercaron. Por razones de seguridad no quiso entregar mayores antecedentes. Sin embargo, se ordenó que fuera trasladado al módulo 19 para ser llevado a audiencia de procedimiento abreviado al día siguiente", narró.
Entre sus consideraciones generales, el juez acusó que "hay reconocimiento que la extorsión de extranjeros organizados hacia los imputados primerizos chilenos es una realidad que se extendió durante este año, existiendo denuncias concretas con antecedentes verificables”.
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