Implicancias y consecuencias de la caza de ballenas en Japón

Por 12 votos a favor y 4 en contra, la Corte de La Haya definió prohibir a Japón la caza de ballenas en el océano Antártico, que durante 20 años se realizó bajo los argumentos de estudios sobre el ecosistema antártico y las poblaciones de estos animales.

No obstante, tras los supuestos análisis, la carne de los cetáceos era trozada y empaquetada, para ser distribuida a los mercados, al gobierno local, e incluso a los comedores de las escuelas

La medida fue tomada luego de que varios países y grupos animalistas lucharan durante años para detener esta caza indiscriminada. 

Según informa Abc.es, "la caza de ballenas está prohibida a nivel internacional desde 1986, pero países como Noruega, Islandia, por ejemplo, continúan practicándola a pequeña escala. Japón, por su parte, se amparó en una normativa de la década de 1940 para seguir con dicha actividad. En los últimos 20 años unas 10.000 ballenas han muerto a manos de los balleneros japoneses".

Mientras que en el artículo: "Japón, cazadores de ballenas" se explica que estos animales no son peces, sino mamíferos; no producen miles de huevos, sino que producen una cría cada uno o dos años, y ésta permanece al cuidado de los progenitores durante un tiempo. Esto significa que su recuperación de la sobreexplotación es muy lenta.