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Mujer se arrepiente de ser madre luego de pagar un costoso tratamiento: "Es una pesadilla y quiero despertar"

Alice Mann tenía un sólo propósito: ser madre. Era casi como una obsesión. Durante 10 años imaginó cómo sería tener a su hijo en brazos tan pronto naciera. Soñaba con el rostro de su bebé, su nombre, su cuna y su ropa.

Pero, después de 11 años de relación se separó de su pareja. Entonces, congeló sus óvulos en el caso de estar sola cuando llegaran los 40 años. Así, cumpliría su propósito, contó al Daily Mail.

Con una segunda oportunidad en el amor, contempló la idea de ampliar su familia: comenzó el camino hacia el embarazo.

Tras el embarazo terminó en terapia

El camino hacia la gestación no fue fácil. Junto a su pareja, Alice Mann, quien decidió usar este nombre para contar su historia; pagó un tratamiento costoso para lograr el embarazo.

Usaron sus óvulos en una fertilización in vitro que no resultó. Luego, se embarazó de forma natural. Pero, un aborto espontáneo empañó su felicidad.

Al final, decidieron buscar una donante de óvulos que le permitió embarazarse a los 44 años. De esta manera y tras pagar 113 mil dólares, consiguió su propósito.

En tan sólo nueve meses tendría junto a ella su anhelo más querido. Y, cuando tuvo a su bebé en los brazos, no sintió esa felicidad que tanto esperó. Al contrario, su sensación era de vacío.

“Simplemente no sentí nada cuando tuve a mi bebé en el pecho, no sentí ese amor avasallante del que hablan todas las mujeres”, expresó a medios ingleses antes de confesar que no estaba disfrutando el proceso.

De hecho, le atormentaba no tener sentimientos naturales de amor. “Ahora que mi sueño se había hecho realidad sentía que era una pesadilla y quería despertar”, aseguró.

Alice cree que su deseo por ser madre le impidió imaginar cómo sería su vida con un bebé en ella. La ansiedad, el miedo y el horror la llevaron a terapia: en las consultas supo que muchas mujeres se sentían igual. “Entendí que ahora la vida nos es peor, es diferente al cumplir mi propósito”, se lee en la reseña del diario Clarín.