Logo Mega

Este aviso se cerrará en segundos

Talibanes la dejaron ciega a puñaladas para que dejara a trabajar: Ella sospecha de su papá

  • Por Meganoticias

Para impedir que siguiera trabajando fuera de la casa, una mujer de 33 años recibió un disparo y puñaladas en sus ojos que la dejaron ciega en Afganistán.

La historia de Khatera se hizo viral esta semana tras conocerse el episodio violento que casi le cuesta la vida.

Víctima del fundamentalismo religioso afgano, la mujer fue interceptada camino a su trabajo en la central de policía de Ghazni. Ella solo recuerda que sus atacantes viajaban en moto.

Su padre la acosó para que no trabajara

"Le pregunté a los médicos, ¿por qué no veo nada? Me dijeron que todavía tengo los ojos vendados por las heridas. Pero en ese momento, supe que me habían quitado los ojos", reveló.

Lo peor para Khatera es que su propio padre es el principal sospechoso del ataque. El hombre se opuso a que su hija trabajara fuera de la casa.

"Muchas veces, cuando iba a trabajar, vi a mi padre siguiéndome. Comenzó a contactar a los talibanes en el área cercana y les pidió que me impidieran ir a mi trabajo", narró.

El padre de Khatera publicó un aviso para dar a conocer que su hija salía a trabajar, lo que animó a un grupo de extremistas a ubicarla y provocarle serios daños.

Una célula talibán negó tener responsabilidad en el ataque y señaló al padre de la mujer de ser el culpable.
Por estos antecedentes, el padre de Khatera fue arrestado, pero esta noticia la obligó a escapar hacia Kabul, pues la madre y otros familiares la culpan por la detención del jefe de la familia.

La historia de Khatera

Acorralada por la realidad de las mujeres en Afganistán, Khatera vive una tragedia personal y familiar que ha resonado en la comunidad internacional.

"Aunque la situación de las mujeres afganas en puestos públicos siempre ha sido peligrosa, el reciente aumento de la violencia en todo el país ha empeorado las cosas", indicó la activista de Amnistía Internacional en Afganistán, Samira Hamidi.

Khatera, ahora ciega y con cicatrices emocionales profundas, asegura que no renunciará a su derecho a ser independiente.

"Si es posible, cuando recupere la vista, retomaré mi trabajo y serviré en la policía nuevamente", sostuvo la mujer.

Sin derecho al nombre

En diversas áreas de Afganistán la mujer es considerada una subespecie, sin derechos ni oportunidades de estudios.

En la actualidad, las mujeres afganas libran una batalla para imponer el derecho a usar su propio nombre, pues se considera un insulto dar a conocer su identidad.

Como un subgrupo de la sociedad, las mujeres solo pueden presentarse como "la esposa de", "la hermana de" o "la hija de", siempre en referencia a los hombres de la familia.

Se han documentado casos de mujeres golpeadas incluso por dar su nombre al médico durante una consulta. Cuando mueren, tampoco se refleja sus nombres sobre la tumba.

Todo ello ha provocado el surgimiento de una campaña internacional para abolir los impedimentos legales en el uso del nombre propio.

Leer más de