La ex y la actual pareja. Siempre un complejo vínculo. Y cuando hubo descendencia en la relación previa, aún más. Compatibilizar con la nueva mujer del ex marido, asumir que ocupará, de "cierta forma", el lugar de la madre en momentos particulares con los hijos, tragarse los celos y aceptarla, en fin. Tareas titánicas que enfrentan día a día muchas familias.
A esto tuvo que hacer frente Candance Curry, una madre estadounidense de 39 años, que al tiempo de separarse vió como Ashley Parish (29) se emparejaba con su ex, para terminar casándose con él. Se hacía ineludible entonces que la hija de Curry, Stiles, de 14 años, tuviera una relación con su madrastra. El nuevo vínculo le produjo celos y malos ratos que la atormentaron en su diario vivir.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la postura de Curry fue cambiando y la imagen que tenía de Parish también. Todo su proceso interior, lo que sintió al ver que su hija era aceptada por su madrastra y la manera en que eso la golpeó positivamente, lo plasmó en una carta que colgó en el perfil de la cuenta de Facebook de Parish.
Según informa la prensa norteamericana, la misiva fue leída por la menor, que estalló en llanto al enterarse de los sentimientos de su madre. De igual forma el contenido conmovió a la madrastra, quien, en un comentario de la publicación en la red social, expuso que no tenía palabras para describir la emoción que le había producido la carta de Curry.

Ashley Parish con la hija de su marido.
Revisa la carta completa que emociona a los usuarios de Facebook, los que la han compartido más de cien mil veces:
“Yo nunca quise que estuvieses ahí. Tú nunca fuiste parte del plan. Cuando era chica y soñaba con una familia, ésta nunca te incluía. Yo no quería la ayuda de otra familia para criar a mi hija. El plan era que mi familia me tuviera a mí, a un papá y a nuestros hijos, sin tí".
"Dudo que tú quisieras tenerme en tu vida. Dudo que tú planearas ser la madre de una niña que no pariste. Apuesto a que tu plan de familia te incluía a tí, a un papá y a sus hijos juntos, no a mi hija y a mí. Estoy segura de que soñabas que el día en que te convertirías en madre sería cuando dieras a luz, no cuando te casaras con tu marido. Estoy segura de que no contabas con que yo estuviese acá".
"Pero Dios tiene planes que exceden los nuestros, y cuando mi pequeña familia se disolvió para formar dos distintas yo sabía que ibas a aparecer. En mi cabeza, tú serías una bestia terrible y mi hija nunca iba a quererte como madre. Esperaba que fueras poco atractiva y que mi hija no te admirara. Que su papá supiera que se estaba conformando con alguien peor que yo”.
"Esa maldad surgía porque no podía soportar la idea de que otra mujer fuera la madre de mi hija cuando yo no estuviese cerca. Pero después llegaste. Y debo admitir que me dio un poco de celos, porque no eras lo que pensé que serías. Se suponía que fueses asquerosa, ¿te acuerdas? Pero no lo eras, eras increíblemente linda".
"Aceptaste a mi hija desde el principio (de la relación) y la amas a ella y a su papá incondicionalmente, y eso es una bendición para nosotros. La incluyes en todo lo que hacen y la haces sentir aceptada y amada, y pones su relación con su papá por encima de la tuya, y solo una mujer valiente y con coraje sabe cómo hacer eso de manera decorosa".
"Estoy agradecida porque estás ahí cuando yo no estoy. Estoy agradecida porque la soportas, aunque es adolescente. Siempre respetaste mi posición como madre y aprecio que me consultes cuando no estás segura de si estás haciendo lo correcto con ella".
"Debido a tu coraje para criar a nuestra hija, ella va a crecer como una mujer fuerte, mejor. Va a crecer sabiendo que una derrota en un área puede ser una victoria en otra. Yo no te veo como mi reemplazo para cuando no estoy cerca. Tú eres su madre cuando está con contigo, y cuando está conmigo".
"Sé lo que es cuando una madre no puede aceptar el hecho de que su hija tenga una madrastra y estoy agradecida porque nosotras pudimos superarlo y hacer lo correcto para nuestra hija. Gracias por ser tan madura y respetuosa para co criarla. Prometo siempre tener en cuenta tu opinión con respecto a ella".
"Prometo nunca minimizar tu rol en la vida de nuestra hija, ni hacerte sentir como si no fueses quien la está criando. Mujer preciosa, eres una extraña y valiosa gema. Que Dios te bendiga, te quiero".