Biocarbón y bioplástico: Las apuestas ecológicas de Chile para ser más sustentable
El biocarbón, o sea, carbón producido a partir de residuos orgánicos, y el bioplástico, cuya materia prima es el ácido poliláctico, un compuesto fácil de biodegradar, son las principales apuestas ecológicas de Chile para reducir la dependencia del carbón fósil en la generación de energía y para tener un material más amigable con el medio ambiente.
Según publica "El Mercurio", el biocarbón, descubierto en Alemania recién en 2007, se produce a través de la carbonización hidrotermal de varios residuos orgánicos que Chile produce en demasía, "principalmente en la industria forestal, del aceite de oliva, hortofrutícola, piscicultura y también lo que aportan las municipalidades", dijo el jefe de la línea de investigación en recursos renovables de Fraunhofer Chile Research, Lothar Driller.
Actualmente, se están gestionando la compra de los instrumentos, entre ellos un reactor, que permitan desarrollar este material en el país, para luego crear un proyecto alrededor de esta alternativa.
En el caso del bioplástico, su investigación está siendo llevada adelante por el Centro de Biotecnología y Bioingeniería de la Universidad de Chile. Actualmente este material se utiliza para la impresión 3D, pero según los expertos, envases, botellas, embalajes y hasta prótesis también podrían originarse a partir de este "nuevo plástico".
La gran dificultad es su fabricación, que depende de complejos y costosos procesos químicos, por lo que los investigadores llevan ya dos meses trabajando con bacterias modificadas genéticamente que sintetizan el material.
Ambos grupos de investigadores están apuntando a que, en un futuro, estos materiales sean comercializables en nuestro país.
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