La declaración clave del primo de Nicolás Zepeda que complica al chileno: "¿Cuánto tiempo tarda en morir?"
- Por Cristian Latorre
¿Qué pasó?
A más de ocho años de la desaparición y muerte de la estudiante japonesa Narumi Kurosaki en Francia, el caso sigue sin cerrarse del todo. El único condenado hasta ahora es el chileno Nicolás Zepeda, quien ya ha sido sentenciado dos veces y deberá enfrentar un tercer juicio en 2026, según lo ha determinado la justicia francesa.
Un reportaje de CHV Noticias reveló nuevas declaraciones que podrían complicar aún más la situación judicial de Zepeda. El medio tuvo acceso al testimonio de Juan Felipe Ramírez, primo del acusado, quien relató los días en que Nicolás lo visitó en Barcelona, España, en 2016, poco después de la desaparición de Narumi.
El testimonio que puede cambiar el rumbo del juicio
Ramírez prestó declaración ante la justicia española el 24 de enero de 2017, cuando Kurosaki ya había sido reportada como desaparecida. Según su relato, el 6 de diciembre de 2016 Zepeda le pidió alojamiento por unos días en su casa en Barcelona.



“En esa misma llamada, Nicolás le contó que se había desplazado hasta Ginebra (Suiza) para asistir a un congreso en reemplazo de un profesor enfermo”, se lee en la declaración. No obstante, luego se comprobó que Zepeda nunca asistió a dicho evento ni sustituyó a ningún docente, lo que sumó dudas sobre sus movimientos durante esos días.
LO ÚLTIMOLas contradicciones y el pedido de discreción
Durante el interrogatorio, el primo fue consultado sobre si Zepeda había mencionado algo respecto a su expareja japonesa. Ramírez respondió que Nicolás le comentó que la relación con Narumi había terminado en septiembre de ese año y que no la había vuelto a ver, aunque sabía que ella seguía estudiando en Francia mediante un intercambio Erasmus.
En un principio, Ramírez aseguró que no notó comportamientos extraños en su primo, pero con el tiempo recordó una situación particular: “En aquel momento el declarante no le dio importancia, pero actualmente y después de todos los hechos sucedidos, cree que es importante poner en conocimiento que su primo, al llegar a Barcelona, le pidió que fuera discreto con su visita y que no comentara nada a nadie ni publicara nada en internet”.
Al preguntarle la razón, Zepeda le dijo que tenía problemas con su padre y no quería que supiera que estaba en la ciudad.
Conversaciones clave y sospechas posteriores
Una semana después de su primer contacto con la policía, Juan Felipe acudió nuevamente a declarar y aportó mensajes y capturas de pantalla de conversaciones que mantuvo con Zepeda. Entre ellas, un mensaje del 20 de enero de 2017, en el que le informó que la policía había estado en su casa y que sería citado a declarar por la desaparición de Narumi.
Según el testimonio: “Ese mismo día, su primo le respondió que la policía necesitaba una orden judicial para tomarle declaración, y de forma sutil le indicó que explicara lo mínimo y no entrara en detalles, sugiriendo incluso que quizás la policía lo estaba presionando”.
Ramírez reveló que tuvo dos llamadas con Zepeda a través de Facebook: una de 20 minutos y otra de una hora y 20 minutos: “El declarante no tiene ningún género de duda de que el objetivo principal de su primo era sacarle información”.
Zepeda habría intentado justificar su actitud con una frase que ahora inquieta: “A veces disponer de mucha información conlleva mucha responsabilidad, como ya te dije cuando estuve allí”.
Interés en temas forenses y un cambio en su forma de hablar
Durante las conversaciones, Ramírez notó algo inusual: “Al principio hablaba de Narumi en presente, pero de una forma forzada. Parecía tener el discurso muy preparado. Sin embargo, cuando se relajó, en un momento dijo textualmente: ‘A Narumi le gustaba mucho el mar’”.
Lo más inquietante vino después. En una parte de la conversación, Zepeda manifestó interés por temas médicos relacionados con la muerte por asfixia y otros aspectos forenses.
“¿Qué hago yo si me encuentro a una persona que se ha ahorcado? ¿Qué tengo que hacer?”, habría preguntado Zepeda. Y luego, derivó en otras preguntas: “¿Por qué muere una persona ahorcada? ¿Cuánto tiempo tarda en morir? ¿Es más rápido morir por un corte en el cuello que por asfixia? ¿Qué diferencias hay con los politraumatismos? ¿Qué pasaba si se manipulaba a una persona con estas lesiones?”, detalló Ramírez en su testimonio.
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