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"Comiendo empanadas y choripanes": Exfuncionario de seremi de Antofagasta revela cómo fundaciones justificaban gastos

El lío de platas por el "caso Convenios" que se destapó en la seremi de Vivienda de Antofagasta sigue teniendo repercusiones. Mientras se investigan transferencias directas de recursos a fundaciones sin fines de lucro, un exfuncionario del órgano regional entregó mayores antecedentes.

Se trata de Diego Barrera, quien pese a ser contratado por la seremi nortina, su sueldo era pagado por una fundación a la que nunca fiscalizó en su rol de administrador público, según asegura.

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De todos modos, accedió a rendiciones financieras que llamaron su atención: si bien apela a la falta de experiencia por parte de los encargados de las fundaciones, afirma que estos protagonizaban hechos insólitos.

Su llegada a la seremi de Antofagasta

En entrevista con diario La Segunda, Barrera comenta que en la seremi le dijeron que ganaría un sueldo de $1.350.000: "Me explicaron las funciones, que sería parte de la institución y pensé que sería ella la que me contrataría".

Sin embargo, "cuando tenían que entregar mi boleta a honorario, me dicen que tenía que hacerlo por la Fundación Campamento Ideas, 'o no te pagamos'", le advirtieron. Como ya era fin de año, plena época navideña, el funcionario aceptó.

 

Imagen referencial (Freepik)

 

A las tres semanas de su ingreso al organismo estatal, asevera que "aún no sabía qué fundaciones íbamos a fiscalizar, pero por mientras hacíamos otras tareas. Por ejemplo, teníamos acceso al Sistema para la Gestión Financiera del Estado, algo que en estricto rigor no nos correspondía, porque no éramos formalmente funcionarios públicos".

La situación se tornó más extraña cuando le dijeron que la fundación que le pagaba el sueldo (Campamento Ideas) iba a ser fiscalizada por otro compañero y no por él, que era lo que correspondía.

Empanadas y choripanes para justificar gastos

Los problemas con las fundaciones se intensificaron cuando se estableció el acuerdo de que ellas tenían que presentar, mensualmente, una rendición financiera y técnica. Al escritorio de Barrera llegaban las primeras.

"Tenían tantos errores, que los citaba y les hacía ver, con el fin de que al próximo mes no los repitieran. A muchos les molestó eso porque, entre otras cosas, les podía significar una nota de demérito y eso significaba problemas a futuro", como el no poder postular a otros convenios, por ejemplo, manifestó el entrevistado.

 

Imagen referencial de una reunión (Freepik)

 

Lo más insólito tiene que ver con la forma en que las fundaciones justificaban gastos: "Tuve la oportunidad de ver informes técnicos y quedé impactado. Eran informes de estudiantes de primera semana de universidad. Entregaban un PDF de cinco o diez páginas, con fotos comiendo empanadas y choripanes para justificar en qué se gastaba la plata", comenta Barrera.

"Una vez reclamé, porque no me parecía que gran parte de los montos que se entregaban iban en el pago de honorarios. Si otorgaban $250 millones a una fundación, casi el 10% se iba a remuneraciones", denuncia el hombre.

Su compleja relación con el exseremi Carlos Contreras

El administrador público se refirió a la relación que tuvo con el exseremi de Vivienda en Antofagasta, Carlos Contreras, el mismo funcionario que hoy está siendo investigado por presunto fraude al Fisco.

"Tengo malos recuerdos de él. Era una persona altanera, que tenía malos tratos con los funcionarios. El día que me despidieron fui a hablar con él. Me trató mal, me echó de la oficina", señaló.

 

Carlos Contreras, ex seremi de Vivienda en Antofagasta (X)

 

Para Paz Fuica, concejala de Antofagasta, exjefa territorial de la diputada Catalina Pérez, otrora mano derecha de Contreras e indicada como una de las supuestas responsables de elegir a las fundaciones que firmaban contratos con la seremia nortina, también tuvo palabras.

 

Paz Fuica habría elegido a las fundaciones que firmaban convenios con la seremi de Antofagasta (La Tercera)

 

"Había ciertos contratos, como con ProCultura, donde la fundación arrienda un inmueble en Antofagasta por $54 millones. Le dije que no me calzaba el monto: acá en Antofagasta, el arriendo de una oficina sale entre $800 mil y $1.800.000 en un sector muy bueno", relató Barrera.

La respuesta de la funcionaria fue la siguiente: "Me dijo que no me metiera, porque esto estaba conversado con Carlos Contreras y el representante de la fundación en la región".

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