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"La mitad de los chilenos tendremos cáncer": Oncólogo aborda la crítica situación de la enfermedad en el país

Para el oncólogo Bruno Nervi, hay una pandemia oculta que desde hace años está matando a miles de chilenos y chilenas, la que empeoró con la crisis del coronavirus. Se trata del cáncer, la primera causa de muerte en nuestro país y "una enfermedad de la que no nos gusta hablar, que nos duele hablar", dice el especialista.

Los datos que apoyan su postura son tan reales como brutales: durante el colapso de los recintos hospitalarios por la alta cantidad de pacientes contagiados por covid-19, en los meses más duros de la crisis sanitaria, hubo un retraso en la detección del cáncer, lo que resulta un grave contratiempo.

El académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) recalca la notable labor que realizaron los equipos de salud para atender a la población y las posteriores primeras campañas de vacunación contra el virus. Sin embargo, enfatiza que la consecuencia de ello fue que "acumulamos gente que no sabía que tenía cáncer; o que ya lo sabía, pero sus estudios estaban enlentecidos; o que no pudieron entrar a tratarse".

¿Por qué es tan grave el retraso ocurrido? Es simple: "Porque empeora la etapa en que se diagnostica el cáncer. A peor etapa, mayor mortalidad", afirma el especialista.

De los tres chilenos que mueren de cáncer por hora, "uno muere sin la oportunidad de tratamiento"

Actualmente, Nervi es un "soldado multifuncional" en la batalla contra esta enfermedad. Además de su profesión médica y docencia en la PUC —donde dirige el Departamento de Hematología y Oncología—, es presidente de la Fundación Chilesincancer y de la Comisión Nacional del Cáncer, la que brinda asesoría al Ministerio de Salud.

 

Bruno Nervi, oncólogo multifuncional en la batalla contra el cáncer. Fuente: Escuela de Medicina UC.

 

Por lo tanto, es una voz autorizada para solicitar la planificación e implementación de una estrategia que "se haga cargo de un empeoramiento de las inequidades que ya teníamos antes de la pandemia", según señala en una entrevista en La Segunda.

Una de las inequidades más bestiales radica en la falta de especialistas en el país. El doctor es uno de los 150 oncólogos que hay en Chile: de ese total, 75 están en la Región Metropolitana; es decir, la mitad. Como mínimo, debiera haber 400 de estos expertos para ajustarse a los indicadores internacionales de la OCDE.

 

Los 150 oncólogos que tiene Chile son la tercera parte de lo que realmente necesita. Fuente: ATON.

 

"No hay una planificación a nivel país para pedirle a las universidades cuántos especialistas hay que formar para ponerlos donde se necesita. Yo soy clínico y me toca ver a personas que no tienen la mejor oportunidad para tratar a sus hijos, padres o familiares enfermos", manifiesta.

En la conversación, Nervi suelta una estadística brutal: "De los tres chilenos que se mueren por hora de cáncer, estimamos que uno de ellos se queda en la lista de espera o sin la oportunidad de un tratamiento u oportuno"; por lo tanto, "uno se muere sin oportunidad. Eso es doloroso".

"La mitad de los chilenos vamos a tener cáncer"

El oncólogo dice que la clave para bajar la mortalidad del cáncer —cifrada en cerca de 30 mil muertes al año— es "llegar a tiempo", pero eso requiere una transformación importante. "En Chile, el principal determinante de si uno va a tener más o menos oportunidades es el determinante social: si fuiste o no al colegio, si tienes salud privada o pública, si eres hombre o mujer, si eres joven o viejo", entre otros.

Lo ideal es que se implementen medidas lo antes posible, ya que las condiciones actuales no hacen que el futuro sea muy favorable: "La mitad de los chilenos vamos a tener cáncer, y una de cada cuatro personas que muere en Chile, muere de cáncer".

 

Nervi es optimista en que Chile podrá revertir la crítica situación del cáncer en el país. Fuente: ATON.

 

Es cierto que el presente escenario es delicado y que las condiciones no son las mejores, pero Bruno Nervi es de aquellos "soldados" cuya mejor arma es el optimismo: "Confío mucho en las capacidades que tenemos en el país y creo que sí es posible generar cambios que impacten la historia de los pacientes con cáncer, porque lo hemos hecho".

"Me doy cuenta de que esto no se resuelve con una crisis de histeria. Acá hay que arremangarse, aceptar que hay otras visiones y con mucha humildad reconocer que nos vamos a demorar en resolver esto, pero que lo vamos a hacer. Hay que convencer a Chile de que no es tolerable lo que está pasando y que nos toca a todos", concluye.

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