La historia detrás de Baila Pikachu: La tía del furgón que marchó por sus hijos

Durante la marcha del pasado viernes 25 de octubre chilenas y chilenos se manifestaron de distintas formas para expresar su clamor por una sociedad más justa e igualitaria. Con pancartas, banderas y hasta disfrazados, acudieron a este llamado masivo que se convirtió en una de las concentraciones de mayor escala en nuestro país.

Dentro de este conglomerado, hubo un personaje que atrajo la atención de muchos asistentes a la movilización: "Baila Pikachu".

Para quienes estuvieron en el encuentro, fue inevitable no observar con curiosidad a este particular manifestante que al ritmo de las cacerolas bailaba y animaba a los presentes.

"Baila Pikachu, baila Pikachu", gritaban y coreaban las personas al singular personaje que también se hizo presente este martes 29 de octubre en las movilización realizada por educadoras de párvulo en rechazo al proyecto de Sala Cuna Universal.

El impacto ha sido tal, que sus videos se han viralizado (especialmente el que documenta su caída) y ya es conocida por redes sociales y bautizada como "Baila Pikachu".

"Soy mamá, abuela y tía de furgón de Peñalolén, marchando por nuestros derechos", así se lee en su cuenta de Instagram, la cual ha alcanzado los 10 mil seguidores.

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La historia detrás de Baila Pikachu

No cabe duda que la historia detrás de este personaje genera mucha intriga y lo que muchos desconocíamos es que se trata de una madre que durante 15 años se desempeñó como Tía ( educadora) en uno de los jardínes de la Fundación Integra.

Giovanna Grandon Caro es el nombre de la mujer que está detrás de Baila Pikachu, un personaje que nació de la espontaneidad y del ingenio de manifestarse de una manera distinta.

"Fui a la marcha por mi familia, por mis hijos, quiero un mejor futuro para ellos. Uno se esfuerza para darle una mejor vida, uno trata de sobrevivir porque acá como está la situación no se vive bien", afirmó Johana, quien narró que el disfraz lo obtuvieron luego que su hijo de 7 años tomara su celular y realizara unas compras sin que ellos lo notaran hasta que llegaron varios objetos de Pikachu a su casa, entre éstos, el gran atuendo amarillo. 

Aunque durante los primeros días de manifestación Giovanna sentía depresión, el viernes 25 le tomó la palabra a su marido y salió a marchar. Sin embargo, quiso hacerlo de una manera particular.

"Andaba como con depresión, me mandaba de dos a tres chocolates al día. Mi marido me había dicho para ir a marchar y no quería, pero luego me levanté, le respondí que sí, pero que me llevaba el disfraz de Pikachu porque quería bailar", contó Giovanna.

Fue así como "Baila Pikachu" se hizo presente en este gran movimiento social y el primer registro que hubo fue el su caída.

Sobre esa situación, comentó entre risas: "cuando me caí es porque recién me lo estaba poniendo y no 'cachaba' que la visión me quedaba más o menos a la altura de la frente. Salté, tropecé y caí. Lo primero que hice fue echarle la culpa a mi marido. Vi que el disfraz se había dañado pero me levanté y seguí bailando".

Tras una larga jornada, Giovanna junto con su esposo regresó a casa y su hija le mostró los videos que habían subido de ella a las redes. Después de ver la reacción tan positiva que había causado en la marcha, su hija le creó una cuenta de Instagram y "me enseñó a responderle a las personas que me escribían".

"Cuando me acosté pensé: qué increíble que después de todo esto malo y feo, haya algo lindo por rescatar", expresó.

La madre y la tía del furgón

Luego de dedicarse por años a la labor de ser Tía de jardín, Giovanna  comenzó a trabajar como Tía de furgón y comentó que el dedicarse a esto le ha permitido conocer la historia de luchas de otras personas que, al igual que ella, buscan sobrevivir dentro de una sociedad desigual.

"Trabajo como Tía de furgón y veo la realidad de los papás, quienes tienen que sobrevivir; pero también veo la realidad de la gente que va a las ferias. Por ejemplo, veo a los abuelitos que van a vender cualquier cosa para poder comprar luego algo de comer de almuerzo, porque el dinero no les alcanza", señaló con tristeza.

Para Giovanna la lucha que se está llevando adelante actualmente es para, entre otras demandas sociales, que "el Gobierno se ponga la mano en el corazón y le den a los abuelos una pensión digna con lo que puedan vivir y no sobrevivir, porque al final ellos también tratan de hacer malabares dentro de sus limitaciones".

Finalmente, y con una notable satisfacción, Giovanna dijo: "Me siento bien". Seguramente, porque notó que su pequeña acción llenó de alegría a muchos que, al igual que ella, se congregaron ese día para gritarle al mundo: "¡Chile despertó!".