Comentario de Actualidad: Las claves para entender la salida de Lugo
A sólo 14 meses del fin de su Gobierno y tras un juicio político que duro sólo 24 horas, Fernando Lugo tuvo que abandonar la presidencia de Paraguay.
El hecho sorprendió al mundo entero, en momentos en que la economía guaraní se veía más consolidada, con un crecimiento sostenido del 6% en los últimos años, y constante objetivo de elogios desde el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Aunque todo parecía andar bien desde afuera, a interior del país existía una cada vez más incipiente efervescencia social y política. Si bien Lugo llegó al poder poder amparado por una coalición, el apoyo de ésta hacia su figura se fue debilitando progresivamente.
El Congreso puso sobre la mesa elementos para sacar a Fernando Lugo del poder. Si bien la gota que rebalsó el vaso fue la matanza de Curuguaty, también se aludió a la creciente inseguridad que azota al país, al financiamiento de un encuentro de jóvenes socialistas de la región en 2009 que pagó el Estado, y la suscripción del protocolo de “Ushuaia II” que permite al Mercosur cortar el suministro de energía a un país en el que “se rompe el hilo democrático”.
En otras palabras, si se amenaza o se rompe el sistema, la nación quedará aislada de la región, lo que fue visto por el Partido Colorado como una medida desesperada de Lugo por blindarse ante la falta de respaldo a su gestión y a una inminente destitución, como la que finamente se concretó el pasado viernes.