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Madre se reencuentra con su hijo 32 años después de que lo robaran de su casa

  • Por Meganoticias

El noruego John Erik Aarsheim, de 34 años, no sabía que su familia biológica lo estaba buscando desde hace más de tres décadas. Abogado de profesión, el hombre pensó que cuando era un niño había sido abandonado en las calles de Colombia, y que fue por ese motivo que su familia de Noruega lo había adoptado.

Pero la realidad era otra. El 25 de septiembre de 1988, cuando Jhonatan (el nombre original de John Erik) tenía solo 3 años, fue robado mientras su mamá, Ana Jiménez atendía una visita en su casa.

Mientras, su hermano mayor jugaba con él en el jardín de su casa, vio llegar a un hombre llamado Camilo Guzmán, conocido de la familia y amigo de la entonces pareja sentimental de su mamá, un policía que abusaba de ella.

El hombre se acercó a Jhonatan, conversaron unos minutos y luego se fueron juntos. Una hora más tarde, la señora Ana se dio cuenta de que no estaba en la casa. Se puso a gritar y a preguntar en dónde estaba el niño. Jhonatan nunca apareció y nadie podía comprender lo que había ocurrido.

El niño fue adoptado y llevado a Noruega

El pequeño Jhonatan fue adoptado cuando tenía 3 años por una pareja noruega a través de una agencia que coordinaba trámites de adopción para familias extranjeras, muchas veces con pagos de dinero de por medio. Este procedimiento está prohibido por la ley desde el año 2013 en Colombia, al ser firmante del Acuerdo de la Haya, que regula las adopciones internacionales.

A mediados de 2018, el otro hermano de Jhonatan, Juan, registró su información genética en una base de datos que incluye a millones de usuarios en todo el mundo, llamada My Heritage. Sin embargo, durante más de un año no obtuvo una respuesta sobre la prueba que se había hecho con la esperanza de recuperar a su hermano.

Juan no perdió la fe, y el 2 de diciembre de 2019 recibió un correo de un hombre de Noruega. Este le explicó que registró su información en My Heritage y la empresa le indicó que compartía lazos sanguíneos con él, por lo que él podía ser su medio hermano, sobrino o tío.

Dos días después, Juan le habló a su madre para contarle que había encontrado a su hermano. Ella no lo podía creer. Antes del encuentro con Ana, Juan viajó en enero de 2020 a Noruega para abrazar a su hermano por primera vez después de 32 años. Después regresaron juntos a Colombia para reencontrarse con su madre.

El reencuentro de madre e hijo

“Está uno que no sabe ni dónde ni cómo ni por qué ni nada. Es una oscuridad de no saber si está bien o está mal, cómo está. Es algo que uno no le desea a nadie”, dijo la madre de Jhonatan en una entrevista vía telefónica para Univisión.

Con una alegría enorme la madre de Jonathan describió cómo fue el momento cuando vio a su hijo por primera vez después de tantos años de incertidumbre. “Para uno sigue siendo su bebé. Como dicen, la sangre tira y pues en ese momento no hubo palabras, sino en un abrazo se manifestó todo el amor de parte y parte, porque ni él me entendía el idioma ni yo se lo entendía a él. En un abrazo nos manifestamos todo el amor”.

La madre y los hermanos de Jhonatan lo recibieron en una gran bienvenida organizada para celebrar su milagroso regreso después de tantos años. Ella sostuvo un cartel que decía en inglés “Te extrañé muchísimo, hijo mío. Bienvenido a casa. Te amo”.

Actualmente Jhonatan está atrapado en Colombia junto a su madre y sus cuatro hermanos debido a la pandemia de Covid-19, pero es ahora que comienza a reconocerlos como su familia, compartiendo con ellos y describiéndolos como “gente maravillosa”.

También quiere aprender español para poder conversar normalmente con todos, ya que le ha sido difícil adaptarse a los hábitos de Colombia, un país donde la cultura es mucho menos rígida que la de Noruega.

Jhonatan dijo que tiene la esperanza de llevar a toda su familia de Colombia hasta Noruega una vez que termine la pandemia, para que así puedan conocer a su familia adoptiva.

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