
Astrónomos detectan una inexplicable señal de radio mientras buscan vida extraterrestre
El radiotelescopio Parkes, ubicado al sureste de Australia, detectó recientemente una señal de radio extraterrestre procedente de Próxima Centauri, una estrella enana roja a 4,2 años luz de la Tierra y la más cercana al Sol.
Con el apoyo de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth, un grupo de astrónomos pertenecientes a la iniciativa "Breakthrough Listen", de la cual Stephen Hawking formaba parte, explicó que la señal parece provenir de los alrededores de la estrella.
Durante 30 horas de investigaciones, el angosto haz de ondas de radio fue captado por el telescopio ubicado en Nueva Gales del Sur entre abril y mayo del año pasado.
El análisis de las ondas, a las que se les dio el nombre de BLC-1, ha estado en curso durante algún tiempo y a pesar de las sospechas los científicos aún tienen que determinar si existe o no un culpable terrestre.
Según explicaron los expertos, la misteriosa señal de 980 MHz solo apareció en una ocasión y no se repitió más. Aún así sigue siendo un descubrimiento importante porque generalmente ningún satélite o nave terrestre emite ese tipo de señales.
La señal podría provenir de algún equipo terrenal o un satélite que pasa. Sin embargo, este es el descubrimiento más sugestivo que han hecho los científicos hasta ahora en su búsqueda de inteligencia extraterrestre.
Aunque es demasiado débil para ser vista a simple vista, Proxima Centauri ha sido objeto de una intensa observación por parte de los astrónomos. Se conoce que al menos dos planetas orbitan la estrella.
La búsqueda de señales extraterrestre no es una novedad
En 1977, el astrónomo Jerry Ehman estaba usando el radiotelescopio Big Ear de la Universidad Estatal de Ohio para explorar el cielo, en busca de posibles señales de civilizaciones extraterrestres.
Ehman encontró algo fuera de lo común mientras observaba las estrellas en busca de transmisiones cósmicas. El telescopio estaba escaneando un grupo de estrellas llamado Chi Sagittarii cuando éste reconoció una pulsación de ondas de radio de 72 segundos.
El científico rodeó los datos con un círculo y escribió "¡Wow!" en la lectura. De allí se tomó el nombre de la señal que hoy se conoce como "Señal ¡Wow!".
Los astrónomos han propuesto algunos posibles orígenes, pero al igual que la BLC-1 la señal ¡Wow! sigue siendo inexplicable.
Leer más de