El narcosubmarino construido en el Amazonas y capturado en España con 3 toneladas de cocaína

En plena selva amazónica traficantes de drogas construyeron un narcosubmarino, de 20 metros de longitud, para su plan maestro: atravesar el océano Atlántico hasta Europa. De fibra de vidrio, la embarcación fue ensamblada en el estado de Amapá de Brasil.

Así lo revela un reportaje del Wall Street Journal, que detalla la travesía de la nave que fue detectada por autoridades españolas en aguas de Galicia hace un año con tres toneladas de cocaína en su interior.

En un principio, los cuerpos policiales creyeron que había sido construido en Leticia, una población de Colombia, pero la investigación periodística dejó en evidencia otra realidad. 

"La nave de color gris fue montada en una zona densamente vegetada y vigiliada por grupos armados al servicio del narcotráfico", reseñó el diario Clarín.

La droga llegó hasta Amapá "en embarcaciones que navegaron miles de kilómetros por el río Amazonas". Aunque no logró llegar a su destino final por mal tiempo, logró completar un recorrido de 6 mil kilómetros.

Implicado en libertad

A la vez que el WSJ lanzó su reportaje, el diario El Confidencial de España informó que uno de los implicados en este caso fue dejado en libertad. Juan Carlos Santórum recibió un beneficio procesal que le permitió salir a la calle.

"La Audiencia Provincial de Pontevedra ha decretado su libertad con una fianza de 30.000 euros", explicó el medio español. "Santórum, considerado por los investigadores el líder de una de las bandas de lancheros más importantes de Europa, se declara inocente y reclama su libertad, que le fue concedida", detalló.

La medida se tomó contraviniendo el criterio expresado por varias instituciones: Policía, Vigilancia Aduanera, Fiscalía y el juzgado de Instrucción Número 3 de Vigo.

Pablo Escobar, pionero

Los primeros narcosubmarinos fueron empleados por traficantes colombianos en la década de los años 90. El jefe del cartel de Medellín empleó estas naves para llevar su mercancía hasta Estados Unidos.

En 2018, dos exagentes de la CIA localizaron una de estas embarcaciones hundida en las costas de Colombia. Aunque esperaban encontrar una fortuna, solo había en su interior una caja de metal.