Esta es la cantidad de citas que deberías tener antes de descartar una futura relación
Destin Pfaff y Rachel Federoff son una pareja de expertos en relaciones y citas, que luego de participar en el programa estadounidense 'Millionaire Matckmaker', abrieron su propia empresa de asesorías y consultas para quienes buscan el amor.
La pareja laboral y en su vida personal sugieren a sus clientes la cantidad de citas y el tipo de actividad perfecta que deberían hacer, antes de descartar por completo a una persona como tu próxima relación sentimental.
Es que, a pesar de que una primera cita puede ser muy incómoda o muy mala, no es suficiente como para evaluar la situación; a menos que tu vida o seguridad se encuentren en riesgo.
¿Cuántas citas deberían ser?
"Siempre deberías dar una segunda oportunidad porque las primeras citas siempre son las más aterradoras... Hay nervios, incomodidad y ninguno de los dos se encuentra en su mejor momento", explicó Federoff a Insider.
Así que lo ideal, es tratar de juntarse, por lo menos, una segunda vez para poder definir si es que ciertas cosas que no te gustaron fueron problema de los nervios naturales o no.
Eliminar a una persona solo por una mala primera cita podría privarte de conocer a alguien realmente espectacular, interesante, entretenido o simplemente mejor que esa impresión original.
¿Dónde debemos ir?
Puede sonar cliché, pero la pareja de expertos siempre recomiendan salir a comer, es que este tipo de actividad genera el ambiente perfecto para que se comiencen a conocer.
"Odio predicar los valores tradicionales, pero una primera cita es mejor durante una comida, la tarde de un fin de semana, en la que ambos pueden tomar, conversar y tomar un par de tragos", explicó Pfaff a la revista.
Es que cumple con casi todos los requisitos. Si es que no lo estás pasando bien, puedes terminar la cita en cuanto terminen de comer, pero si quieres también la pueden alargar saliendo a buscar postre a otro lado.
Además, requiere de que ambos pongan cierto esfuerzo en su presentación, ya que no es un escenario tan laxo como salir a subir un cerro o tomarse un café.
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