¿Celebrar o no celebrar el "18"?: Los efectos post traumáticos del terremoto

  • Por Fernando Pérez Gamboa

¿Se debe celebrar el 18 luego del terremoto? Esta pregunta, correcta o no, es la que se deben estar haciendo muchos chilenos en este momento. 

Según la secretaria de estudios de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico, María Ester Buzzoni, suspender las celebraciones sería contraproducente con la salud mental de las personas. 

"No hay que suspender las celebraciones. De todas maneras hay que celebrar. Lo importante es aprovechar la celebración para estar con aquellas personas que representan vínculos de sostén. La aparición de estas escenas, que pueden o no ser traumáticas, nos ponen más vulnerables, más sensibles, nos acercan al miedo, a las experiencias más básicas, pero por lo mismo nos hace acercarnos a las cosas que nos importan más y yo creo que hay que aprovechar las celebraciones de fiestas patrias para estar cerca de las personas que más queremos", asegura. 

TRASTORNOS POST-TRAUMÁTICOS

A poco menos de 20 horas desde el terremoto que afectó a la zona centro norte del país, y habiendo ya visualizado la destrucción provocada por el sismo y el posterior tsunami, existe otro factor al cual ponerle atención: Los efectos psicológicos de los afectados. 

Según Buzzoni, las consecuencias mentales de este tipo de eventos dependen de la experiencia que le tocó vivir a cada persona, pues no es lo mismo estar en la casa, sin haber sufrido consecuencias, a ser parte de las personas que tuvieron que evacuar las zonas costeras. 

"Podemos distinguir el impacto a nivel psíquico, en términos de las emociones y pensamientos, donde es frecuente observar síntomas de lo que se ha llamado Trastorno por Estrés Post Traumático, con experiencias que invaden la continuidad del pensamiento a modo de imágenes repetitivas del evento o flashbacks, o se reviven experiencias corporales, pensamientos, sensaciones, etc. También pueden manifestarse consecuencias que no estén visiblemente asociadas al evento, tales como efectos en el ánimo o las emociones, mayor irritabilidad o cambios emocionales bruscos durante el día, o un cierto embotamiento emocional, es decir, una sensación de no poder contactarse emocionalmente con nada", dice la experta. 

Agrega que también algunas personas pueden presentar un estado de híper-alerta y conductas de evitación y miedo, pensando siempre que puede venir una réplica u otro terremoto mayor, así como sentimientos ambivalentes de rabia y culpa, de esperanza y desesperanza, de indefensión y autosuficiencia, entre otros. "El impacto en la continuidad de la experiencia cotidiana para quienes viven en terremoto y/o tsunami puede ser significativo e inabarcable, e impacta la vida en todas sus dimensiones", precisa.

La docente de Psicología de la Universidad del Pacífico indica que un efecto muy común frente a las experiencias de este tipo es la necesidad de minimizarlo, tratar de dejarlo atrás, hacer como que no pasó. "Es importante poder hablar de esto, de sus efectos y de sus consecuencias en cada uno. En algunos casos, será necesario buscar ayuda especializada", asegura. En ese sentido, quienes presenten síntomas de Estrés Post Traumático deben pedir apoyo especializado, preferentemente psicoterapéutico, el que en ocasiones también requerirá apoyo farmacológico y licencias médicas si la sintomatología es muy aguda.

Lamentablemente, María Ester Buzzoni dice que un terremoto también tiene potencialmente efectos en toda la comunidad, que se parecen a los anteriormente nombrados. "La sociedad entera se asusta y pareciera necesitar ambivalentemente por un lado, negar lo sucedido, hacer como que no pasó, apagar la tele, dejar de ver noticias o, por el contrario, ver una y otra vez las imágenes. Nos pasa como sociedad que también se detonan mecanismos más primitivos", señala la especialista.

TODA CRISIS ES UNA OPORTUNIDAD

A pesar de todo el impacto negativo de un evento como este, las crisis pueden derivar en una oportunidad para mejorar como personas.

Según escribe el psiquiatra experto en Trauma, Estrés y Desastres de la Facultad de Medicina UC, Doctor Rodrigo Figueroa, "la mayoría de estas reacciones se pasa al cabo de algunos meses y paulatinamente se retoma la vida y las rutinas, dejando atrás la tragedia y reconstruyendo lo destruido. La evolución de las personas luego de un trauma es la prueba más tangible de que tendemos a la resiliencia. Más aún, un grupo significativo de personas desarrolla crecimiento postraumático, una condición en la que las personas describen ser mejores seres humanos después del trauma, ser más capaces de discriminar lo esencial de lo accesorio, valorar más las relaciones interpersonales, la familia y el sentido profundo de la vida". 

El experto asegura que "para aquellas personas en las que dejar atrás y continuar con la vida se vuelve difícil, existen tratamientos rápidos, efectivos y comprobados, tanto psicoterapéuticos como farmacológicos. Para las comunidades que no pueden olvidar también existen 'tratamientos': Aceptar la verdad con hidalguía, pedir perdón con humildad, hacerse cargo de las responsabilidades propias y mirar al futuro con generosidad".

Foto: Agencia Uno.