Hijo de Iván Valenzuela se abre camino en el stand-up comedy: "He visto a mi papá llorando de la risa"
El hijo del periodista Iván Valenzuela, Lucas, a sus 20 años divide su tiempo entre los estudios de periodismo en la Universidad de Los Andes y, también, en su incipiente carrera como humorista de stand-up comedy.
El joven decidió ingresar al mundo de la comedia tras ver actuar a Pamela Leiva en un show privado, y tras el fin de este se acercó para pedirle un consejo. Ella le dijo que lo mejor era que hiciera un curso con la actriz Bernardita Ruffinelli.
"En los primeros shows me ponía nervioso"
Tomó clases con ella y se especializó durante un mes y medio, en plena pandemia de forma online. Tras "egresar", lo invitaron a que probara su material en diferentes bares del Parque Bustamante.
"En los primeros shows me ponía nervioso. Al principio me fue muy bien, en otro show muy mal. Duré cinco minutos de un show de 15. Era un jueves a las siete de la tarde. Ni el público ni yo queríamos estar ahí. Seguí hasta que cumplí un año. He hecho unos siete u ocho shows", contó a LUN.
Por todos estos le han pagado, y reconoce que está cumpliendo uno de sus sueños, ya que nunca espero que le pagaran por contar chistes.
En este "rubro" ha recibido el apoyo de Iván Valenzuela, su progenitor, quien ha ido a todos sus shows si el tiempo se lo permite. "He visto a mi papá llorando de la risa y mi mamá me grita cosas. En mi familia me dicen que soy el resiliente de la comedia porque, aunque era fome, tiraba chistes todo el día", afirmó.
Sus rutinas se basan en su vida, riéndose de las caricaturas que otros han formado de él por su aspecto y condición social.
"Para el público en general yo soy zorrón porque soy rubio, de ojos azules y del barrio alto. Esa es la imagen que perciben y la tengo que usar, aunque en mi barrio no lo sea. Digo, 'soy zorrón, bánquenme'. La gente se tiende a reir porque otros comediantes cuicos que han salido tratan de hacerse los del pueblo y nadie les cree", finalizó.
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