Actor Ricardo Fernández protagoniza desnudo artístico: "Sentí vergüenza cuando vi las fotos"
No se declara muy amigo de las fotografías, pero hasta él mismo quedó satisfecho con el resultado. El actor Ricardo Fernández realizó un desnudo artístico para la revista digital Ego Ego, algo que siempre había negado hacer anteriormente.
Por ello, como una manera liberarse de sus antiguas trabas personales, el artista se despojó de sus prendas y posó frente al lente de la cámara, sin tratar de poner "cara de malo", porque reconoce que aquello lo fastidia.
¿Qué dijo?
"Uno de los errores que cometí en mi carrera fue ser tan inflexible y falto de sentido del humor. Uno se puede reír, tampoco se trata de hacer cualquier cosa y andar traicionándose, pero yo quería hacer personajes serios y de carácter", relata el artista de 42 años.
"Siempre me había negado a hacer este tipo de cosas y sentí que no importaba tanto. Me pareció algo provinciano dejar de hacerlo, traté de ser más flexible conmigo mismo".
"Me carga tener que poner cara de malo"
El intérprete que cautivó en las teleseries de la primera década del 2000 aclara que "uno como actor evita las fotos promocionales. Lo que más me carga es tener que poner cara de malo para parecer sexy. Afortunadamente, la fotografía ha ido buscando más espontaneidad y menos pose hecha".
"Sentí vergüenza cuando vi los resultados. Una mezcla de cosas, como encontrar algunas fotos bonitas, que cumplían las expectativas que yo tenía. Eso por un lado y al mismo tiempo vergüenza por la exposición y un alimento para el ego. Pero, ante todo, pudor y satisfacción", señala.
"Hay poca honestidad en Instagram"
En esta red social tiene más de 90 mil seguidores, pero tampoco es muy cercano a ella por una específica razón: "Hay poca honestidad en Instagram, me sorprenden los que suben fotos de ellos mismos con mensajes motivacionales".
"¿Por qué no dicen que lo hacen solo porque se ven bien, bonitos o bonitas y quieren que los demás les digan lo bien que se ven? Yo no subo muchas selfies en mi Instagram", asegura a LUN.
Por último, concluye que "cuando uno se transforma en un rostro publicitario o animador y cuando tu vida privada es muy pública, es difícil que se cierne sobre el actor la ficción porque el espectador ve toda la información que hay detrás de uno. Un actor debe tener cierta neutralidad".
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