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Chef de Lady Di revela inédito detalle sobre la noche en que murió la Princesa de Gales

  • Por Meganoticias

El Chef de Lady Di, Darren McGrady, quien trabajó para ella durante 11 años, desde que se separó del príncipe Carlos (1992) hasta el día de su muerte, reveló un conmovedor detalle de la trágica noche que terminó con la vida de la madre de los príncipes Harry y William.

En una entrevista con la emisora australiana KIIS 106.5 FM, el cocinero de 58 años reveló este detalle, y también contó lo distinta que era la princesa a los fríos miembros de la realeza y el don carismático que siempre tuvo.

“Desde su separación en 1992,  me convertí en su chef personal. Venía de servir a la Reina desde 1983, de hacerle cuatro comidas al día, acompañarla a las visitas reales y ahora estaba frente a la princesa más famosa de todo el Reino Unido”, dijo McGrady.

Una cena lista a la que Lady Di nunca llegó

El día en que Lady Di murió en el trágico accidente de automóvil en París, él tenía la cena lista, los platos estaban puestos sobre la mesa.

“Estaba allí, tenía la comida para la cena, esperando que ella regresara.Todo ese tiempo en que la esperé fue horrible, era muy extraño que no llegara a la hora, luego supe la peor noticia”, relató.

Esta noticia, hizo que se sintiera como si hubiese perdido alguien muy especial. Él la esperaba con ansias, como si se esperara a un amigo al que se invita a una cena. "Su muerte me marcó de por vida”, confesó.

Además, recuerda que cuando la conoció quedó “boquiabierto”, pues logró sentir el efecto “magnético” del que todos hablaban. “Diana venía a comer a la barra de la cocina, preparaba un plato para ella, ordenaba lo que usaba mientras hablaba conmigo; y eso era algo muy poco común en alguien de la realeza”.

Estos gestos de cercanía que tenía la princesa Diana con el chef, hicieron que este desarrollara una gran admiración por la llamada “Princesa del pueblo”. “Tenía un don con la gente”, aseguró.

Recetas de la casa

El chef también reveló los secretos gastronómicos del palacio que aprendió durante sus 15 años que estuvo cocinando para la familia real. Y es que a la reina (94), le servía cuatro comidas al día, además de acompañarla a dos visitas reales en Australia.

Aunque  en el Palacio nunca se le informaba al chef si la reina había disfrutado de algunos platos, igualmente la monarca le hacía saber por escrito para así, asegurarse de que nunca más tuviera ese plato. “Tenía un pequeño cuaderno en su escritorio y simplemente ponía nota allí diciendo “no quiero esto otra vez”.