Game of Thrones enfrentó a la muerte en la sangrienta "Batalla de Winterfell"
El primer minuto de pantalla de Game of Thrones, allá en su primera temporada, ya adelantaba la brutalidad de los Caminantes Blancos, la constante promesa de peligro y muerte en Westeros.
Durante siete temporada los fanáticos sufrían y disfrutaban con la megaproducción de HBO, pero siempre recordábamos que sería necesario unir todas las casas para enfrentar al Rey de la Noche.
Y este domingo 28 de abril HBO cumplió con creces su promesa con la "secuencia de batalla consecutiva más larga jamás filmada", además de una secuencia de muertes significativas que impactaron a los seguidores.
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¡ATENCIÓN! SPOILERS PARA TODOS QUIENES NO ESTÉN AL DÍA CON GAME OF THRONES A CONTINUACIÓN
El sonido de los Caminantes Blancos y su horda anunciaba que la muerte acechaba las afueras de Winterfell, la sangre y fuego prometían un futuro desolador.
La pesadilla se transformaría en el episodio más tenso y agotador de todo Game of Thrones, en el que hasta el último momento era imposible saber si nuestros queridos personajes superarían o no al Rey de la Noche.
La reaparición de Melisandre para apoyar a las tropas, el ataque de Daenerys y Jon sobre sus dragones, Lyanna Mormont dando muerte a un gigante que la retorció entre sus manos y el momento más épico de todos, Arya dando un no definitivo a la muerte.
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La sacerdotisa roja regresó para rescatar a las tropas con el Señor de la Luz como aliado, pero finalizó completamente desfallecida sobre la nieve.
Pero los Caminantes Blancos rápidamente superaron a las armas dothraki encendidas en llamas, ante la clara presencia de la muerte en la puerta de Winterfell, Daenerys no aguantó más y sentenció "los muertos ya están aquí", antes de emprender un vuelo junto a Jon Snow para atacar con los dragones.
Pero el Rey de la noche no contaba solo con un ejército de muertos, pues una tormenta desorientó a los vivos y apagó momentáneamente la esperanza.
Arya, citando a su medio hermano -primo- Jon Snow, le entregó un arma a Sansa para que defendiera la cripta al atacar "con la parte puntiaguda".
Pero las muertes de los personajes más conocidos -y muchas veces adorados- no se hicieron esperar: Edd de la Guardia Nocturna fue atravesado por una lanza, tras salvar a Sam.
La joven Lyanna Mormont derrotó con su último alientos al gigante adquirido por el Rey de la noche. Arya casi pierde la vida al escabullirse por la biblioteca de los Stark, de no ser porque Beric Dondarrion y "El Perro" tenían clara su misión, salvar a la elegida.
El dragón de hielo, los muertos reviviendo en la cripta Stark, Daenerys cayendo del lomo de Drogon y Jon Snow corriendo entre los muertos para salvar a su medio hermano Bran.
Pero Theon intentó resguardar al menor de los Starks en el bosque sagrado, perdiendo la vida a manos del Rey de la Noche. Todo parecía perdido.
"Ojos cafés, ojos verdes, ojos azules", la predicción de la Sacerdotisa Roja sobre Arya Stark finalmente se cumplió. Blandiendo la misma daga de acero valyrio que intentó dar muerte a su hermano Bran en la primera temporada, asestó una puñalada en el pecho del enemigo de ojos azules.
Los muertos quedaron inertes finalmente, dejando a los vivos con la satisfacción de vencer y la insuperable agonía de haber perdido a tantos.
Daenerys lloró por Ser Jorah Mormont, la Mujer Roja se despojó del collar que la mantenía con vida para desaparecer antes del amanecer y ahora la lucha por el Trono de Hierro se vuelve a convertir como el gran objetivo final.
