La historia del niño quillotano que se "entregó" tras aceptar haber pegado un chicle en un asiento
Hace poco más de una semana, por medio de su cuenta oficial de Facebook, el Centro Cultural Leopoldo Silva de Quillota emitía un irónico anuncio de utilidad pública cuyo mensaje central era reclamar a su público reciente el hallazgo de un chicle mascado en una de sus butacas.
"Como saben, siempre devolvemos las cosas extraviadas en el Centro Cultural. Así que amigo o amiga, le tenemos su chicle que dejó olvidado hoy bajo la butaca del Teatro. Puede pasar a buscarlo en horario de oficina", señalaba la publicación.
Pues bien, para sorpresa de muchos, este martes y por la misma vía, el mismo recinto relataba el desenlace de la historia: Fue un niño el que, junto a su padre, llegó hasta las dependencias del centro para aceptar su culpabilidad en el hecho y pedir disculpas por su error.
"Recuerdan que hace unos días alguien pegó un chicle bajo una butaca del Teatro? Pues bien, hoy vino un niño muy compungido junto a su padre, a pedir sinceras disculpas por lo sucedido. Fue una sorpresa el gesto y sin duda todos aprendimos una gran lección. Nobleza obliga: disculpas aceptadas, nos dimos un gran apretón de mano y se fue con un jarrón de regalo del Centro Cultural, para que siempre quiera volver (pero sin chicle). Sí damas y caballeros, esto es motivante y hermoso", se lee en el post.