Argentina: 217 prófugos han sido detenidos por ir a ver a sus equipos de fútbol
"El tipo puede cambiar de cara, de casa, de familia, de novia, de Dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar: no puede cambiar de pasión".
Esta es una de las frases más celebres de la película argentina y ganadora del Oscar, El Secreto de sus Ojos y que antecede a una de las escenas más importantes del filme que corresponde a la detención que el personaje de Ricardo Darín hace de un sospechoso de una violación y un asesinato en una estadio de fútbol.
Pues, esta conducta mostrada en la película de que un prófugo vaya al estadio sí coincide con la realidad en ese país, ya que sólo este año 217 prófugos han sido localizados en un campo de fútbol, según informó el diario El País.
Estas detenciones se lograron gracias al nuevo sistema llamado Tribuna Segura, que controla los DNI (símil argentino de la cédula de identidad) a todas las personas que ingresen a un estadio. Asimismo, en el Gobierno de Mauricio Macri, Gendarmería quedó a cargo de este procedimiento y dotó de teléfonos a todos los agentes de seguridad.
"Es difícil comprender cómo alguien con búsqueda y captura se mete a un River-Boca con 1.300 policías. Pero son así. El argentino tiene tanta pasión que cuando quiere ir al fútbol nada lo para. Cuando los agarramos se entregan enseguida. Un policía me dijo que cuando a un barra o a este tipo de delincuentes le pedís su DNI lo desnudás", explicó Guillermo Madero, responsable del programa Tribuna Segura.
Sin embargo, capturar prófugos no es el principal propósito del programa, ya que se ideó con el fin de no dejar entrar a los cerca de 3.500 hinchas que tienen prohibida la entrada a los estadios argentinos. Para cumplir con este fin, los datos de estos hinchas con lo de los prófugos son cruzados por el programa.
Esto ha permitido que se den algunas historias curiosas, como el caso de un hombre con prohibición ingreso que al ir a un partido en Salta entregó la DNI de un tío. Éste fue a buscar a su sobrino al estadio pero quedó detenido porque era buscado por robo.
"Es una mezcla de una pasión desbordada, algo que no pueden controlar. Además, muestra que las instituciones no nos inspiran ni miedo, ni confianza, ni respeto. Los tipos creen que nunca los van a encontrar en una cancha", comentó al respecto el escritor Eduardo Sacheri.