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Este aviso se cerrará en segundos

El otro "Caso Luminarias": Municipalidad de La Cisterna pagó $2.000 millones para terminar demandas cruzadas con Enel

“Esperamos que esto signifique el inicio del fin de este problema”, decía el alcalde de la municipalidad de La Cisterna, Joel Olmos (AH), cuando en el Concejo Municipal del 21 de noviembre de 2023 se discutía el pago de $2.000 millones a Enel para terminar un conflicto en torno a un contrato de luminarias firmado en 2016.

Durante la administración de Santiago Rebolledo, se propuso generar un recambio total del parque lumínico de la comuna e incorporar un tecnológico sistema de monitoreo que permitiría analizar desde un panel el funcionamiento de todas las luces instaladas.

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En busca de ese objetivo, se publicó el 13 de noviembre de 2015 una licitación en la plataforma de Mercado Público para “la reposición y mantenimiento de 7.500 luminarias de alumbrado público y sus componentes existentes en avenidas, calles principales, secundarias, pasajes, plazas y áreas verdes de la comuna de La Cisterna”.

Más de ocho años después, la iniciativa ha generado grandes costos para la comuna, no solo por los $2.000 millones que acaba de desembolsar y con los cuales cerró tres causas civiles, sino también por un problema penal, arista que aún puede seguir creciendo tras el acuerdo.

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Un “visionario” sistema

La controvertida licitación de luminarias fue llevada al Concejo Municipal el 29 de noviembre de 2015, donde la mayoría de los concejales aprobó adjudicar el proyecto a Chilectra (hoy Enel) por $5.400 millones.

Solo obtuvo dos votos en contra, que corrieron por parte de Alexis Flores y Patricia Acevedo (UDI). Mientras que entre quienes dieron su apoyo, se encuentran dos actuales concejales: Ximena Tobar (PS) y Marcelo Luna (PPD).

El contrato se firmó el 22 de enero de 2016 por la alcaldesa subrogante María Cristel Donoso y se estableció una vigencia total de ciento veintiocho meses, dividido en una primera etapa de instalación de ocho meses, y el resto en una segunda parte de mantención y monitoreo.

Si bien inicialmente se contemplaba que el trato fuera por 7.500 luminarias, el 23 de noviembre de 2017, se acordó reducir dicha cantidad (y por tanto el monto pagado) a $6.255.

Lo más innovador de dicho acuerdo era precisamente la denominada “telegestión”, la cual iba a permitir a la municipalidad vigilar desde una central el funcionamiento de todas las luces, dar aviso a Enel cuando alguna fallara, y ahorrar energía cuando no fuera necesario que estuvieran encendidas.

Un sistema que, según plantean, nunca funcionó como se prometió.

La concejala Ximena Tobar, quien aprobó el proyecto en 2015, dice que en ese momento resultaba lógico aprobar este “avance” para la comuna, pero que no hubiera dado su voto "si hubiésemos sabido que el sistema no iba a funcionar y que jamás íbamos a tener la telegestión y que jamás íbamos a tener un nivel de luz adecuada para la comuna".

Una promesa que fue intensamente promocionada por la administración de ese entonces, gestión que hoy es vista como una de las principales responsables de los problemas en el servicio que reciben.

La administración de la época decía que querían venir de otras comunas, que querían venir a ver el proyecto. Se vanagloriaban bastante sobre el proyecto de luminarias y al final la verdad que yo estimo que es un fracaso", dice el concejal Alejandro Urrutia (PR).

La guerra judicial

Las inconsistencias entre la expectativa y la realidad, empezaron con el paso del tiempo a generar una fuerte disputa entre Enel y la municipalidad, quienes se negaban a pagar por un servicio que, según entendían, no era prestado como correspondía.

Disputa que llegó al plano judicial, cuando el 30 de noviembre de 2020, la administración de Santiago Rebolledo presentó una demanda de cumplimiento forzado de contrato, apuntando a que no se estaba prestando el 80% del servicio de telegestión, razón por la cual planteaban que “no procede cursar pagos a la empresa Enel”.

Tan solo un día después, el 1 de diciembre, Enel demandó al municipio reclamando que las facturas emitidas (que nunca fueron rechazadas) no habían sido pagadas, por lo cual se les adeudaba $1.226.309.759.

Exactamente un año después, Enel volvió a demandar al municipio. Esta vez planteando que había una nueva suma de $446.480.182 en facturas, que tampoco se les había pagado.

"Mientras esto pasaba, Enel jamás iba a ser las mantenciones para las luminarias, por lo tanto había luminarias que no estaban funcionando y Enel no se hacía cargo porque estaban estas demandas en curso", comenta la concejala Marjorie Vásquez (RN).

El millonario monto para destrabar el problema

Para la administración del alcalde Joel Olmos, el problema con Enel es una “herencia” que ha costado destrabar, y son críticos respecto a cómo se pensó esta licitación desde su origen.

“El primer problema que yo veo es que se hace este contrato sin determinar específicamente el precio de cada uno de los servicios que se contrataron. Segundo que es un contrato extremadamente largo, a 10 años. Y tercero, que en el contrato tampoco se establece expresamente que la luminaria que se instala va a pasar a propiedad municipal", dice el director jurídico Cristóbal Leiva.

Además, critican que se haya apostado por un sistema como la telegestión sin tener evidencia de éxito. “Nos prestamos para un experimento, la administración anterior nos prestó como un experimento para un servicio vital, y fracasó", agregó Leiva.

La fórmula para llegar a un acuerdo con Enel, la presentó el propio director jurídico en el Concejo Municipal el pasado 21 de noviembre. Un pago de $2.000 millones en dos cuotas, con el cual se subsanan las deudas hasta marzo del 2023, se eliminan las multas cursadas, y se cierran las tres demandas civiles.

Transacción que fue aprobada por unanimidad del Concejo, y que fue considerada como un “buen punto medio” entendiendo que Enel pedía $2.700 millones y el municipio estimó su deuda (después de las multas) en $1.800 millones.

Sin embargo, recién tras el pago de esta transacción, se abrió una segunda etapa de negociación donde se discutirán los aspectos técnicos para mejorar el servicio que reciben los vecinos.

“A uno igual le inquieta qué es lo que viene porque aquí al final tenemos un contrato que fue
un fracaso, una gestión que fue un fracaso también. La firma de un contrato con una empresa grande que nunca cumplió”, planteó ese día el concejal Alejandro Urrutia (PR).

Pero desde el municipio, sostienen que este acuerdo era la mejor manera de comenzar a discutir los temas de fondo. "Como en toda negociación, no hay nunca garantías de resultados. Las negociaciones son acuerdos de voluntades, ´vamos a ver si lo logramos´. La intención de la Municipalidad es buscar que aquí podamos pagar menos y garantizar el servicio", dice Leiva a Mega Investiga.

Una arista penal que persiste

Más de un año antes de la primera demanda, el proceso de licitación de las luminarias en la comuna ya generaba ruido en un vecino: Víctor Sáez. El 5 de septiembre de 2019, Sáez ingresó una querella estableciendo que el alcalde y los concejales estaban pagando dineros municipales extra por el concepto de luminarias.

“(...) licitaron en 4 oportunidades fondos tanto del Gobierno Regional como fondos propios del Municipio al que representa, para adjudicar proyectos relacionados con mantención y cambio de luminarias, que se pagaron en exceso debido a que no se realizaron o no se cambiaron, lo que configura los delitos de malversación de caudales públicos y fraude al fisco”, reza la querella que se encuentra en tramitación y desformalizada.

Quien ha acompañado a Sáez en el proceso penal es el ex concejal Alexis Flores, quien hoy lo apoya en la idea de una ampliación de querella. "El alcalde y los concejales, hoy pagan por un servicio que no se está prestando y y eso me resulta gravísimo”, asegura el exedil. 

En el área jurídica del municipio, su director mira con tranquilidad el proceso penal y sostiene que “hemos actuado con los antecedentes técnicos y administrativos que nos proveen las unidades de la municipalidad y hemos actuado dentro de la legalidad permanentemente. Es efectivo que el servicio de Enel ha sido defectuoso durante estos años, pero no es cierto que ha sido nulo”.

Mega Investiga consultó a Enel y al exalcalde Santiago Robelledo sobre esta controversia, pero no hubo respuesta hasta el cierre de esta nota.