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"Era un dolor horrible e intenso": Mujer que terminó con fierro atravesado en su cuello cuenta su drama

¿Qué pasó?

La madrugada del pasado lunes 19, una mujer de 28 años fue lesionada con una lanza, que atravesó su cuello mientras viajaba como copiloto en un vehículo que sufrió un intento de asalto por partes de tres sujetos en la comuna de Curacautín, región de La Araucanía.

Dos hombres y una mujer fueron los autores del intento de robo y en conversación con Las Últimas Noticias, la víctima, Mariela Franco, entregó detalles del trágico momento y de cómo han sido los días posteriores al ataque.

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Víctima de asalto fue atravesada con lanza en su cuello

Mariela se dirigió al domicilio de su amiga, con quien después se trasladó hasta la plaza de armas de la ciudad y a otros lugares. Al llegar a la calle 5 Oriente, dobló a la derecha encontrándose con tres personas, una de sexo femenino y dos hombres.

Mariela le pidió a su amiga que detuviera el auto, ya que conocía a la mujer que estaba acompañada e iba a saludarla, pero la conductora desconfió y solamente bajó la velocidad del auto.

Conocía a uno de los asaltantes

"Esa mujer que nos hizo parar el auto fue mi amiga en el pasado, por eso la quise saludar. Cuando se acercó a mi ventana gritó, '¡Ahora!'. Y aparecieron dos tipos, uno con una pistola que nos apuntó frente al parabrisas; nos amenazaron y nos dijeron que entregáramos todo", contó la mujer.

Su amiga aceleró, pero el auto se detuvo y uno de los asaltantes lanzó el fierro de 150 centímetros en dirección a la ventana del copiloto y se incrustó en el cuello de la mujer. "En ese instante me vino como un golpe de adrenalina porque no sentí dolor", recuerda Mariela.

Posteriormente y en estado de shock, la amiga condujo hasta el hospital mientras la joven estaba apoyada sobre ella.

"Atiné a afirmar la barra con mis manos y me quedé tal cual hasta que llegamos al hospital, encima de mi amiga. No me movía. Cuando íbamos en el auto sentí el dolor, porque saltábamos en los lomos de toro y me pegaba en el techo. Era un dolor horrible e intenso, no lo podía soportar. Yo pensé que me iba a morir", prosiguió.

A pesar de que fue dada de alta, ha vivido días de sufrimiento debido a que no puede dormir y a dolores que permanecen. "Tengo la cabeza inflamada y el jueves me llevaron al hospital por un sangrado en el oído. Hasta hace un par de días todavía sentía que tenía el peso del fierro en la cabeza. Por las noches no puedo dormir, me da fiebre, no encuentro una posición para descansar del dolor".

"Mentalmente tampoco estoy bien, lo único que pienso es que el culpable anda paseándose por el barrio y jactándose por lo que me hizo. Eso me tiene muy mal", sostuvo Mariela.

"Esto ha sido muy fuerte para toda mi familia. Incluso en el colegio un compañero de curso se burló de mi hija; simuló que le iba a enterrar la escoba. La gente se burla", cerró.