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"Sentía que me iba a morir": El testimonio de mujer que se atendió en clínica estética clandestina de Las Condes

¿Qué pasó?

Durante una década, una clínica clandestina ubicada en Las Condes, funcionó sin problemas con total impunidad, arruinando la vida de decenas de mujeres. Sin embargo, su fin llegaría con la muerte de Leslie Vergara en 2019, finalizando sus ilegales acciones.

Este recinto estético era comandado por Teresa Díaz, junto a sus hijos Mónica Flores y Jorge Flores, quienes eran los que llevaban a cabo los procedimientos de manera ilegal desde el año 2010.  

Por todos estos hechos, son 22 las mujeres que decidieron denunciar a la clínica ilegal. Incluso, recientemente se descubrió que Díaz y su hija, ingresaron títulos falsos de médicos cirujanos a una oficina del registro civil de Puerto Montt en 2019.

Actualmente, ambas mujeres permanecen en prisión preventiva en la cárcel de San Miguel. Jorge Flores, por su parte, en la cárcel Santiago Uno. Todos enfrentan cargos por homicidio, ejercicio ilegal de la profesión, obstrucción a la justicia y uso malicioso de instrumento público y arriesgan diez años de presidio.

"Me selló con gotita"

Una de las afectadas es Andrea, quien en el año 2019 se realizó un procedimiento por aumento de glúteos. Al inicio, no llegó a sospechar de estas malas prácticas, por lo que desembolsó dos millones de pesos.

Recuerda que le sacaron fotos como "cualquier otra clínica" y que, prontamente, le inyectaron supuesto ácido hialurónico, medida que ellos eligieron. Sin embargo, era otro el material. Sobre ello, menciona que "al momento de inyectarme se siente mucho ardor y Mónica me selló el parche con gotita, lo que me llamó la atención".

El mismo día, la dieron de alta, pero el postoperatorio resultó traumático para Andrea. Llegando a su casa, comenzó a sentirse mal con fiebre, vómitos, puesto que "mi cuerpo estaba rechazando". Ante ello, llamó a Mónica y esta le aseguró que "era normal", recomendándole tomar tramadol.

"Sentía que me iba a morir"

Al mes siguiente, regresó para una segunda sesión, lo que resultó aún peor. Una de las jeringas "no corría el producto", por lo que Jorge se subió arriba de ella y debió amoldar el supuesto ácido hialurónico.

"Me acuerdo que no me agarró la anestesia y sentía que me iba a morir", recuerda. "Después de eso, a los dos meses quedé embarazada, le dije al ginecólogo y me dijo que era silicona industrial. Yo perdí ese bebé".

Similar fue el caso de Pamela quien, después de someterse a la misma intervención, comenzó a ver "funas" en redes sociales a esta clínica, dándose cuenta de que algo anda ba mal. Por ello, se realizó exámenes, descubriendo que lo que recibió fue silicona industrial.

Al respecto, Pamela ha investigado y descubrió que "el producto migra. Hay personas que se han inyectado en la mejilla o en la cara y se les va a la pera o los labios y se le corre al mentón, las que se inyectan en los glúteos se le van a las piernas o a la zona lumbar".

Por ello, ha gastado más de 18 millones de pesos en poder reparar el daño causado por esta clínica. Sin embargo, según ratifica la doctor Rocío Las Heras, siempre "va a quedar una parte del producto en el cuerpo y que con los años se seguirá encapsulando".

Muerte de Leslie Vergara

En el año 2019, específicamente el 2 de febrero, falleció Leslie Vergara, de 32 años, quien se sometió a una intervención estética en dicho recinto. Un testigo dijo que "arrastraron a una mujer hacia un vehículo. Estaba inconsciente".

Juan Pablo Araya es el fiscal que investiga el presunto homicidio de Leslie y la responsabilidad de los tres imputados, mencionando que "la sustancia que fue inyectada en los glúteos, fue la misma que se encontró en la arteria pulmonar. Proviene de las punciones que hicieron los imputados".

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