"Le debemos la vida": El rol del arriero Catalán en rescate de los rugbistas uruguayos accidentados en la cordillera
¿Qué pasó?
El pasado lunes 10 de febrero falleció Sergio Catalán, arriero chileno que encontró y cooperó en el rescate de los rugbistas uruguayos que sufrieron un accidente en la cordillera de Los Andes en 1972.
El hombre ayudó a los deportistas tras encontrarse con Fernando Parrado y Roberto Canessa, quienes llevaban 10 días caminando en la nieve con vestimentas precarias y ningún conocimiento de la alta montaña.
El encuentro con Catalán
Fue el 20 de diciembre de ese año, en la precordillera de San Fernando, cuando Catalán, quien en ese entonces tenía 44 años, estaba junto a sus hijos cuidando a su ganado.
En ese momento divisaron en una planicie que estaba al otro lado de un río, ubicado en un sector de pastoreo llamado Potrero de la Loma, un comportamiento anormal de los animales que estaban pastando.
Catalán pensó que se trataba de cazadores o excursionistas extraviados, hasta que los vio gritar, agitando sus brazos con notoria dificultad. "Eran dos hombres barbudos, flacos y sucios, de vestimentas raídas; aspecto famélicos y notoriamente debilitados, que hacían con los brazos extendidos, la mímica de un avión que caía y que el ruido del río y la distancia impedía escuchar con claridad lo que gritaban desde lo alto del barranco", recordó en la Revista Raíces.
La llegada de la noche hacía imposible la aproximación entre el arriero y los rugbista, por lo que Catalán prometió volver al día siguiente.
El segundo encuentro
El jueves 21 de diciembre, el chileno se dirigió temprano en la mañana hasta la ribera del Río Azufre en el sector de los Maitenes, donde se intentó comunicar a viva voz con los rugbista, pero el fuerte ruido del agua no lo permitió.
Tras esta situación, ató en una piedra hojas de papel y un lápiz, la cual lanzó al otro lado del río. Los implementos fueron recibidos por Parrado, quien los devolvió con el siguiente mensaje:
"Vengo de un avión que cayó en las montañas. Soy uruguayo. Hace 10 días que estamos caminando. Tengo un amigo herido arriba. En el avión quedan 14 personas heridas. Tenemos que salir rápido de aquí y no sabemos cómo. No tenemos comida. Estamos débiles. ¿Cuándo nos van a buscar arriba? Por favor, no podemos ni caminar. ¿Dónde estamos?".
Catalán entiende el mensaje, les lanza trozos de pan amasado con queso y en su mula fue en busca de ayuda.
La ayuda
El arriero se dirigió al retén de Carabineros de Puente Negro, desde donde los uniformado informaron de la situación a la central de San Fernando, que a su vez transmite la noticia a Santiago. Tras ser conocida la información, la sorpresa de que los rugbistas estaban vivos fue a nivel mundial.
Una vez conformada una patrulla, viajaron junto al propio Catalán en un camión, un jeep forestal y una ambulancia. Al llegar al sector de los Maitenes rescataron a Parrado y a Roberto Canessa.
Luego, el 22 de diciembre se realizó el rescate en helicóptero de un grupo de seis sobrevivientes, mientras que los ocho restantes tuvieron que aguantar hasta el 23 de diciembre.
Relación tras el accidente
Desde ese entonces, los rugbistas no perdieron contacto con el arriero, lo visitaron en Chile y lo recuerdan constantemente.
De hecho, en el año 2007 Roberto Canessa, a nombre de todos los sobrevivientes, realizó las gestiones para que pudiera ser sometido a una operación en su cadera, la cual resultó exitosa.
Tras su fallecimiento, Carlos Páez, un de los rugbistas rescatados. le dedico un mensaje en su cuenta de Twitter: "Murió Sergio Catalán el arriero chileno que divisó a Nando Parrado. 47 años atrás. Un gran hombre con una gran familia. Le debemos la vida. QEPD".
Murió Sergio Catalan el arriero chileno que divisó a Nando Parrado. 47 años atrás. Un gran hombre con una gran familia. Le debemos la vida. QEPD
— Carlitos Paez (@carlitospaez) February 11, 2020
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