Logo Mega

Este aviso se cerrará en segundos

Psiquiatra: Yo conocí al 'Cisarro' dulce, cariñoso y con un instinto paternal

  • Por Meganoticias

¿Qué pasó?

Cristóbal Cabrera, alias 'Cisarro', se recupera de un ataque recibido por parte de otro reo que lo apuñaló con un arma blanca en el tórax al interior de la cárcel de Puente Alto.

Al respecto, Rodrigo Paz, psiquiatra que lo atendió cuando tenía 11 años, señaló que, con tratamiento, Cristóbal logró mantenerse alejado del mundo delictual por cuatro años.

¿Qué dijo?

El profesional indicó que Cristóbal llegó en 2010 a la Unidad de Hospitalización Siquiátrica del Luis Calvo Mackenma cuando tenía 11 años. "Ese seudopersonaje conocido como 'Cisarro' (...), un símbolo de la delincuencia juvenil, el que salía en la tele pateando. Efectivamente era súper agresivo, violento y sin control de sus impulsos. Al hospital de hecho, llegó escupiendo", señaló.

Además explicó los inicios de su tratamiento: "Hicimos una evaluación intensiva con un equipo multidisciplinario de profesionales y llegamos a la conclusión que Cristóbal padecía un grave trastorno anímico, con descontrol de impulsos, adicto a la marihuana y al alcohol, y que su participación en estos delitos se podía entender por su descontrol y porque venía de una familia sumamente disfuncional", consignó LUN.

Periodo de recuperación

Paz recordó, que Cabrera "empezó a recibir apoyo sicoterapéutico con una sicóloga especializada en niños de estas características, recibió tratamiento farmacológico y logramos que mirara críticamente esa identidad de niño choro, para que a partir de ahí, pudiera vislumbrar otras identidades posibles".

"Así fue como logramos que asistiera a la Escuela de Fútbol de la Universidad de Chile y que se reescolarizara. Cristóbal había abandonado el colegio en segundo básico y con nuestra ayuda pudo llegar a séptimo. ¿Qué consecuencias tuvo esto?, que no delinquiera en casi cuatro años, hasta que el Estado nuevamente lo abandonó", sostuvo Paz.

Regreso a la delincuencia

A fines de 2011, la unidad donde se trataba a Cristóbal cerró, por lo cual fue trasladado a un centro del Sename en Playa Ancha donde continuó tratándose, sin embargo, antes de que cumpliera 14 fue puesto en libertad, por lo cual suspendió su tratamiento.

Con el tiempo volvió a cometer delitos, aunque como era menor, se le aplicaban salidas alternativas. Hasta que a fines de julio de este año, ya con 21 años, fue detenido tras cometer un asalto en la casa de un oficial de Carabineros en Buin. Tras la formalización, se decretó su prisión preventiva.

 Un niño "paternal"

"Es bien triste esto, muy indignante, pero sobre todo muy triste", manifestó el profesional sobre la situación del 'Cisarro', quien además añadió: "Nosotros demostramos que podíamos sacar adelante a Cristóbal. Después de la terapia, él era un chiquillo dulce, cariñoso, que quería ser futbolista. Al frente de nosotros funcionaba la Casa Nacional del Niño, con niños con problemas neurológicos muy graves y esos niños llegaban a golpear la puerta de la unidad para preguntar por Cristóbal. Querían jugar con él y Cristóbal tenía una cosa muy paternal ¡a sus 11 años!".

"Por otro lado, era un niño que no quería dormir solo y tenía que dormir con un oso de peluche. Ese es el Cristóbal que conocí. Sin tratamiento médico aparece el ‘Cisarro’, violento, impulsivo. Cuando se transforma en ‘Cisarro’, no mide nada, no hay riesgo, no hay consecuencias, es pura agresión", declaró el siquiatra.

Aún es posible su rehabilitación

El siquiatra también expresó: "Entiendo que la gente piense que Cristóbal es una semilla de maldad, como le llaman, un ser irremediable que no tiene vuelta. Pero no se les ha dicho que cuanto estuvo en tratamiento estuvo casi cuatro años sin delinquir. No se les ha dicho que solo después que se le suspende el tratamiento vuelve a ser ‘Cisarro’. Pero detrás de estos ‘Cisarros’, hay niños, humanos que sí tienen sentimientos y la mayoría de ellos son rehabilitables”.

“¿Es posible todavía a los 21 años rescatar a ese niño dañado, enfermo, que está escondido debajo de toda esa violencia y agresividad?, creo que sí, pero para eso el Estado debería querer invertir en él, medicarlo, terapearlo, tratar a su familia y, una vez que esté tratado, relocalizar a esa familia en un espacio donde puedan tener una vida sin delinquir”, recalcó.

"Se los digo a todos, detrás de este ‘Cisarro’, hay un niño, un joven que se llama Cristóbal, que aún puede rehabilitarse. Quizá esta sea nuestra última oportunidad", finalizó.