La vida del excura Jolo y su esposa: "Nos hicimos pololos en el dolor"
El exsacerdote José Luis Artiagoitía, conocido hace años como el “cura Jolo”, adquirió notoriedad pública en 2003 al ser partícipe de las denuncias en los casos de abuso sexual y prostitución infantil cometidos por el empresario Claudio Spiniak.
El por entonces religioso respaldó a la joven Gema Bueno, quien aseguró que el exsenador Jovino Novoa participaba de las “fiestas” de Spiniak. Sin embargo, la mujer luego se retractó y señaló que todo fue una mentira, culpando a “Jolo” de haberla incitado a entregar el falso testimonio. Ambos fueron condenados a tres años y un día de pena remitida, y a cuatro años de libertad vigilada.
"No hay que confiar en nadie", señala "Jolo" a modo de reflexión por lo vivido hace casi 15 años cuando, según su versión, creyó en lo que denunciaba Bueno.
Artiagoitía conoció a Gema Bueno en el hogar para menores que él creó y administra desde el 2000, el mismo que dirige desde sus inicios en conjunto con Leontina González, su esposa y la madre de sus tres hijos, quien fue uno de los pilares fundamentales durante el largo y complejo proceso que vivió ante la Justicia.
“Nuestra historia no es de amor romántico, no es un relato más sobre Romeo y Julieta; es una historia muy dolorosa”, confiesa González, de 43 años y que conoce a “Jolo” desde hace más de 20, cuando él oficiaba sus primeras misas en la comuna de La Granja y ella cantaba en el coro, según informa La Tercera.
La relación sentimental entre ambos comenzó a surgir antes que el hermano del “Rumpy” se involucrara en el Caso Spiniak, pero se mantuvo en secreto debido a su condición de religioso. Hubo acercamientos y alejamientos, hasta que un día la llamó para pedirle matrimonio e informarle que comenzaría el proceso de retiro del sacerdocio. Ella dudó, pero finalmente terminó aceptando.
Sin embargo, esa misma semana estalló la retractación de Gema Bueno y todo tuvo que posponerse. Artiagoitía pasó seis meses detenido en 2005 en el anexo cárcel Capuchinos mientras duró el proceso previo a su condena. Ella lo continuó visitando en ese tiempo, pero le pidió que dejará de dar entrevistas y declaraciones, algo que él aceptó.
Finalmente en 2007 se casaron por el Civil, y en enero del 2010 por la Iglesia. Desde entonces han tenido dos hijos, más un tercero que ella tuvo previamente pero que “Jolo” adoptó como propio, y se han mantenido administrando el hogar de menores en Quinta Normal.
“Fue un proceso largo y orgánico. Y menos mal, porque lo pasamos mal. Nos hicimos pololos en el dolor”, concluye Leontina González.
