Obama señala que inundaciones por ''Irene'' podrían empeorar en EE.UU
El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió el domingo que las inundaciones por el huracán Irene podrían empeorar por un desbordamiento de ríos y dijo que los esfuerzos federales de recuperación podría durar varias semanas.
"Quiero que la gente entienda que esto no ha terminado", dijo Obama en un comunicado leído en la Casa Blanca. Aunque Irene se ha convertido en una tormenta tropical y se ha debilitado, sigue siendo una "tormenta peligrosa" y sus riesgos no han acabado, advirtió el mandatario.
Agregó que más personas podrían quedarse sin electricidad, además de los 4,5 millones que ya han quedado sin el servicio de energía en toda la costa este.
El Presidente, quien compareció ante la prensa acompañado de la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, y Craig Fugate, el director de FEMA, el organismo encargado de responder a los desastres naturales en el país, subrayó que el impacto de Irene "se dejará notar aún durante un tiempo".
Los trabajos de los equipos de asistencia aún se prolongarán por semanas, añadió el mandatario, quien no aceptó preguntas de los periodistas.
"Las continuas lluvias pueden tener un impacto, incluso, bastante lejos del centro de la tormenta", advirtió Obama, tras reiterar que Irene "sigue siendo una tormenta peligrosa que sigue produciendo fuertes lluvias".
El huracán, que tocó tierra el sábado en Carolina del Norte como huracán de categoría 1 en la escala de Saffir Simpson, de un máximo de cinco, y que hoy pasó por Nueva York convertida ya en una tormenta tropical, ha dejado al menos catorce muertos en los estados de Connecticut, Carolina del Norte, Florida, Nueva Jersey y Virginia.
También causó la pérdica del suministro eléctrico a 4,5 millones de personas y daños que, según los cálculos iniciales, podrían oscilar entre los mil y los 2.000 millones de dólares.
A lo largo de las últimas horas, a su paso a lo largo de Nueva Inglaterra, en el noreste del país, Irene continúa perdiendo fuerza y sus vientos son ahora de 80 kilómetros por hora, frente a los 140 con los que entró en Carolina del Norte.
Agencias