Comentario de Actualidad: La encrucijada de Rajoy ante la crisis
Mariano Rajoy tiene un objetivo claro, aunque conseguirlo lo transforme en un líder impopular. El gobierno español está decidido en cumplir con la hoja de ruta establecida por Bruselas, pero también es consciente de que necesita más tiempo para cumplir con los estándares que exige el bloque.
El escenario que se vive en La Moncloa, es el siguiente: Rajoy y sus ministros saben que no podrán "equilibrar sus cuentas" en los plazos establecidos, por lo que necesitan una prórroga. Pero para conseguir este período de gracia y lograr un año más para corregir el déficit deben establecer duras medidas, como subir el IVA y recortar las subvenciones, lo que le permitiría al Estado ahorrarse 65 mil millones de euros en los próximos 30 meses.
Estas señales que emergen desde el ejecutivo español sólo dejan en evidencia una cruda realidad. La crisis lejos de ir respondiendo positivamente a las soluciones que entrega la zona euro, se está recrudeciendo para los ibéricos.
Mientras en Europa la desocupación llega al 11%, en España afecta a casi el 25% de la población, según datos que entrega la OCDE, misma institución que asegura que la única solución para salir del estancamiento económico y las alarmantes cifras de falta de empleo es que el Estado dé subvenciones para "ayudar a los desocupados a mantener el contacto con el mundo laboral", justamente al revés de lo que está haciendo el gobierno de Mariano Rajoy.
Madrid y las principales ciudades del país, que vivieron algunas semanas de calma, vuelven a ser el escenario de masivas protestas protagonizadas por amplios sectores, como mineros y empleados públicos. De hecho, el mayor sindicato de la nación ya anunció una masiva marcha para el próximo 19 de julio y sus ideólogos amenazaron que éste será un "otoño caliente" por la "agresión que han sufrido los trabajadores".
El malestar de la ciudadanía no es sólo por que están siendo testigos de cómo su calidad de vida se empeora anuncio tras anuncio, sino también porque durante su campaña electoral, Mariano Rajoy dijo que no subiría el IVA durante su mandato, algo que reafirmó en abril pasado, calificándolo incluso como un disparate.
Estos drásticos cambios de discursos del Mandatario incluso han dado pié a artículos en medios españoles que enumeran todas las veces que Rajoy a dicho que "no" y ha sido "sí". El diario digital La Información recuerda cuando aseguró que "no habrá rescate a la banca", o cuando también negó que fuera a subir los impuestos, tocar las pensiones o imponer el copago de los medicamentos.
Nuevas circunstancias o incumplimiento de promesas, lo cierto es que el Gobierno español está en medio de una disyuntiva: o seguir devotamente los lineamientos establecidos por Bruselas para seguir en el euro o respetar las promesas que como clase gobernante le hicieron a su pueblo, con los riesgos que eso puede generar para el futuro de los españoles y de toda la eurozona.