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Enfermera no podía dejar de eructar, fue al médico y le descubrieron una grave enfermedad avanzada

Como nunca antes en su vida, Bailey McBreen comenzó a sufrir imparables episodios de eructos, los que ocurrían cinco a diez veces al día. En 2021, aquello era motivo de bromas con su novio, pues tardó en sospechar lo que le sucedía.

La situación no se solucionó con el paso de los meses, así que aparecieron las primeras preocupaciones: "Esto no era normal para mí. Rara vez eructé antes, y es por eso que me di cuenta de lo extraño que era", confesó la mujer de 24 años.

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Fue al médico en febrero de 2022 por un reflujo ácido que la afectaba, pero no obtuvo un diagnóstico completo de lo que la aquejaba. Pasó el tiempo y las cosas empeoraron: la enfermera de profesión en Estados Unidos empezó a sufrir fuertes dolores estomacales, pérdida de apetito e incapacidad para orinar y defecar.

A principios de 2023, nuevamente acudió a un hospital, donde se enteró de la grave enfermedad que padecía.

¿Por qué era tan crítica su situación?

"Nunca pensé que podría estar relacionado con una enfermedad tan horrible. No sé si alguna vez procesaré por completo el hecho de que me hayan diagnosticado un cáncer tan agresivo y en etapa tardía", lamentó Bailey a la prensa.

Específicamente, lo que la joven tenía era un tumor que obstruía su intestino grueso a causa de un cáncer de colón en etapa 3, por lo que se trataba de una afección avanzada.

 

Bailey junto a su novio. Ambos bromeaban sobre los eructos de la joven (NY Post)

 

Sobre los frecuentes eructos, su oncólogo le indicó que no eran un síntoma del cáncer que padecía, pero sí un signo que marcaba el inicio de la ocurrencia de estos síntomas.

"Creo que está relacionado con mi nueva aparición de enfermedad por reflujo gastroesofágico que comenzó poco después de desarrollar eructos excesivos. Eso fue un síntoma en mi caso, porque mi tumor estaba causando lentamente una obstrucción intestinal completa", declaró la enfermera.

"No estoy lista para morir"

Tras conocer su diagnóstico, Bailey recordó haber dicho que "no estoy lista para morir". Inició su quimioterapia y en enero de este año se sometió a una operación, la que consistió en la extirpación exitosa del tumor cancerígeno. Su tratamiento continuará, al menos, hasta agosto de 2023.

 

Bailey meses después de la operación que le extirpó el tumor cancerígeno (NY Post)

 

Para McBreen, todo lo que ha ocurrido ha sido "una montaña rusa de emociones", reconociendo que el diagnóstico de la enfermedad marcó un importante cambio en su vida, pues ahora tiene nuevos hábitos alimenticios para cuidar de su salud.

Asimismo, "ahora todo lo que me importa es pasar tiempo con la familia, comer sano, mi fe y rodearme solo de mi grupo principal de amigos. La vida es demasiado corta para estar constantemente complaciendo a la gente y haciendo cosas que no te hacen sentir satisfecho", reflexionó la joven.

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