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Lava del volcán Cumbre Vieja destruye un colegio público en La Palma: profesores instalan uno nuevo en seis días

  • Por Meganoticias

"Acabamos de vaciar nuestro 'cole'", fue uno de los reportes de Mónica Viña, directora del colegio público La Laguna de La Palma, luego que el recinto educacional se viera amenazado por la lava del volcán Cumbre Vieja que ha generado una enorme destrucción en esa zona.

Horas después ocurrió lo peor, ya que el magma llegó hasta la puerta de ingreso del inmueble, lo que generó grandes pérdidas materiales y dejó a varios niños sin un lugar para tener sus clases.

"Ahora estamos descolocadas, pero tenemos que seguir", indicaba la encargada del colegio rural, el cual tenía una hermosa vista hacia las montañas y que era considerado como referente de innovación educativa, consigna TN.

Instalan un nuevo colegio en seis días

Desde el pasado miércoles se instaló un nuevo espacio, que consiste en un edificio moderno y que en solo seis días logró transformarse en un colegio.

El recinto, además, fue amoblado con algunas de las cosas que pudieron rescatar del antiguo establecimiento en tan solo dos horas y media.

 

AFP

 

El drama que viven los estudiantes

Pese a este nuevo y acogedor lugar, los niños aún sienten la gran pérdida que tuvieron. Un claro ejemplo de aquello es Amaya, de cuatro años, quien suele recorrer el aula con una oveja blanca que no suelta en ningún instante.

Ese animal es lo único que pudo rescatar de su casa que fue destruida por la lava del volcán. En tanto, Lucas, de once años, ha llorado en varias ocasiones producto del dramático hecho.

"Es muy sensible, más que los demás, y está muy removido, el volcán le da miedo y sus padres se lo llevaron a la otra punta de la isla, pero ahora ha vuelto y tiene que asimilar todo esto", comentó una profesora.

 

AFP

 

"Él dice que no puede sonreír"

Otra docente indicó que "la familia de ese niño perdió sus cultivos con el incendio del verano y ahora su casa... Él dice que no puede sonreír, que cada vez que lo hace pasa algo malo".

Durante todos estos días los profesores han trabajado hasta doce horas diarias para que los alumnos puedan sentirse cómodos.

"Son pequeños y aún no manejan el vocabulario para expresarse, vamos a ayudarles y la próxima semana ya veremos si volvemos con las matemáticas", expresó Beatriz, quien enseña en el nuevo establecimiento.

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