Concejal asesina a golpes a su hijastro de 4 años: la madre lo encubrió ante la policía
Intimidación de testigos, eliminación de pruebas y negación, así fue como durante un mes los responsables de la muerte del niño Henry Borel, de cuatro años, intentaron burlar a la justicia.
Esta semana la Policía Civil de Río de Janeiro detuvo al concejal Jairo Souza Santos Júnior y a su pareja y madre del pequeño, Monique Medeiros, al caerse su coartada. Henry murió, la madrugada del 8 de marzo, horas después de haber salido de paseo con su padre biológico Leniel Borel.
Llegó muerto al hospital
Monique Medeiros, quien convive con el político, había llamado a Borel para decirle que halló al menor inconsciente y que creía que se había caído de la cama. Pero lo cierto fue que Henry llegó muerto al hospital. En su cuerpo se hallaron golpes y evidencia de torturas que la mujer negó.
Cuando la muerte del menor saltó a los medios, la pareja explicó que el niño dormía en la habitación de ellos y que cuando la madre entró lo vio con los ojos en blanco. Pero estas versiones no convencieron a la policía, que había dividido la investigación en varias direcciones.
En principio habían analizado el último paseo del niño con su padre, que fue considerado sospechoso. Pero revisando cámaras de seguridad y tras varias entrevistas descartaron que Borel tuviera que ver con las lesiones que presentaba el niño.
En simultáneo, los investigadores llamaron a declarar al menos a 18 testigos y escucharon repetidas veces a Jairinho y a Monique, encontrando matices en las versiones que ofrecían.
Pruebas reveladoras
La investigación tomó un nuevo curso cuando se revelaron los mensajes telefónicos que la niñera envío a la madre de Henry y que fueron recuperados gracias al uso del software israelí Cellebrite Premium.
Esta tecnología permitió rescatar la evidencia borrada por los sospechosos del crimen. En una conversación entre Thayná de Oliveira y Monique, se probó que Jairinho golpeaba frecuentemente al menor.
La mujer le contó el 12 de febrero a la madre de Henry que el concejal se encerró en una habitación con el niño, lo tomó por el brazo, lo hizo tropezar y lo pateó. Todas las pantallas con los diálogos de WhatsApp quedaron descubiertas. Para la policía, lo encontrado fue "absolutamente abrumador".
Allí se conoció que cuando salió de la habitación, el niño mostraba dolor en la rodilla y en la cabeza, además de moretones.
"Después de que llegara el peor resultado posible de una rutina de violencia, que fue la muerte de Henry, ella –Monique– estuvo en el cuartel general de la policía durante más de cuatro horas y dio declaraciones falsas, protegiendo al asesino de su hijo", detalló el jefe policial Henrique Damasceno.
La defensa de los detenidos insiste en que ambos son inocentes. “Mis clientes hicieron todas sus declaraciones de manera objetiva”, declaró el abogado.
