Envenena a sus dos hijos y a dos amigos: La capturan antes de asesinar a su madre y hermanos
Una mujer, de 25 años, mató a sus dos hijos, a dos hombres, y pretendía acabar con la vida de su madre y dos hermanos en Ecuador.
El método usado para eliminar a sus primeras víctimas fue el envenenamiento con una sustancia que agregaba a las comidas o a las bebidas.
Además, la mujer tuvo la sangre fría de enterrar a su primera víctima, un hombre que apareció empotrado en el lavamanos de la casa, cubierto con lona y cemento.
Conmoción en Ecuador
Todo ocurrió en la parroquia de Pifo, una zona rural de Quito, la capital ecuatoriana. La Policía Nacional identificó a la mujer como Lissa C. y la apresó.
Por las evidencias encontradas a finales de octubre, las autoridades consideran que Lissa C. es una asesina en serie.
"Hemos encontrado una relación con un homicidio anterior por envenenamiento. En el departamento de criminalística se encontraron rastros de la procesada en el lugar donde falleció una víctima en junio", informó el director de la Dirección de Muertes Violentas, Fausto Olivo.
Lissa C. planificó también las muertes de sus propios hijos, de entre 5 y 9 años, quienes fueron envenenados.
Asesinatos sociales
Las autoridades no se han enfocado en el móvil de tales asesinatos, pues se encuentran analizando los movimientos de la mujer en la comisión de sus crímenes.
La Fiscalía detalló que a Marco Escanta, de 48 años, lo mató durante una reunión social en su casa.
Al otro hombre, identificado como Jaime Yanchaguano, asesinado en junio, también le aplicó el mismo método. El sujeto, de 28 años, fue localizado enterrado en el baño.
El jefe del departamento de criminalística local, Carlos Perugachi, precisó que las próximas víctimas serían su madre y dos hermanos, pues hubo intentos de envenenamiento frustrado.
De hecho, su madre, de 56 años, sufrió un derrame cerebral tras consumir una sustancia mortal en casa de Lissa C.
Más víctimas
Sin dar marcha atrás en sus planes, también se reportó un intento de envenenamiento contra una mujer que había ido hasta su casa para buscar trabajo.
Las autoridades precisaron que no se encontraron trazas de alguna sustancia que hubiera inducido a la detenida a cometer los crímenes, de modo que actuó a conciencia.
En la casa se encontraron los venenos y sus huellas digitales marcadas en los utensilios que habría compartido con sus víctimas.
Lissa C. estará al menos 30 días arrestada, mientras se tipifican sus responsabilidades y se determina el juicio penal.
