Resuelven misterio sobre paquetes con dinero abandonados en calles de un pueblo inglés

Durante años, en silencio y sin despertar sospechas, una pareja británica ejecutó una extraña obra caritativa en un pequeño pueblo. La localidad minera de Blackhall Colliery, el noreste de Inglaterra fue el sitio que tenía a la policía de cabeza, pues no podía explicar el origen de tan curioso acto.

Resulta que aparecían paquetes con dinero en efectivo, los cuales se dejaban en lugares públicos, de forma anónima, y solo el azar podía elegir a la persona que se los encontraba.

Cada paquete podía tener hasta 2.600 dólares (en libras) y era como una especie de premio para las personas que tenían la suerte de hallarlo.

Lo más curioso es que un grupo importante no se quedó con el dinero, sino que acudió a la estación de policía para reportar el hallazgo.

Durante los últimos 6 años, los habitantes de la localidad devolvieron 13 fajos, unas 26.000 libras (33.786 dólares). Sin embargo, nadie reclamaba el dinero ni se reportaron extravíos, lo que desató las sospechas de la policía de que se trataba de un acto deliberado de alguien que tenía que deshacerse del dinero.

Los billetes fueron pasados por detectores de huellas y hubo consultas a los bancos cercanos, pero no se lograba dar con el misterio del dinero que cada cierto tiempo era dejado “olvidado”.

Tras hacerse públicas las apariciones de dinero los responsables se vieron obligados a dar la cara. Se trataba de una pareja que dijo tener una “conexión emocional” con el pueblo minero y querían ayudar a personas necesitadas. Ambos declararon solvencia económica, de modo que el dinero era bien habido.

La pareja dijo que dejaba el dinero el lugares de paso habitual para personas con pocos recursos, luego esperaban desde una distancia prudente hasta asegurase de que alguien lo encontrara y se lo llevara. Nunca imaginaron que muchas de esas personas irían de inmediato al reportar el paquete hallado.

“Estoy muy contento de que tengamos una respuesta a este misterio y me alegro de que ahora podamos descartar definitivamente que el dinero esté vinculado a cualquier crimen o a una persona vulnerable”, expresó el detective John Forster.

Una de las benefactoras dijo que no eran oriundos de la aldea, sino que hace años recibieron la ayuda incondicional de una de las personas de ese lugar y quedaron tan agradecidos que decidieron hacer sus regalos anónimos.