Ocultan las grandes estatuas de Buda en China
¿Qué pasó?
Por una extraña disposición de las autoridades del Partido Comunista Chino en aras de preservar ciertos principios que no van en dirección al budismo, varios templos en Mongolia, Fujian y Liaoning que lucían imágenes de Buda al aire libre en tamaños importantes, debieron ocultar las estatuas.
La medida, hasta ahora, no ha evidenciado intenciones de demoler o destruir las piezas, sino que deben ser cubiertas. Por ejemplo, la estatua del Buda Shakyamuni, que se hizo de más de 20 mil toneladas de granito y que mide 40 metros de altura, no podrá ser fotografiada o admirada por los visitantes de centro turístico de Lianhua, una ciudad de Mongolia Interior.
Así se cumple una campaña del Partido Comunista Chino (PCCh) tendiente a erradicar todas las grandes estatuas religiosas situadas al aire libre. “El Buda ahora meditará en la montaña” expresó un aldeano citado por el medio Bitter Winter.
No parará
Esta tarea se inició a mediados del año pasado y pretende continuar.
Parte de estas estatuas formaban parte de proyectos de beneficio turístico, como ocurre en Lianhua. Allí se estaban ejecutando trabajos conectados con la estatua que acaban de ser suspendidos tras el cubrimiento de la figura de buda, que era el centro visual del proyecto.
En la zona hay otras imágenes en una zona montañosa que fue alambrada y vigilada para que los turistas no suban allí.
El PCCh prohíbe que las personas adoren a Buda.
La icónica estatua del Buda Amitabha, de 27 metros de altura, situada en Fujian, fue construida en el año 2006 a un costo de más de 1 millón de yuanes (alrededor de 140 000 dólares), pero los budistas locales consideran que la obra –que se encuentra oculta- no pase "las inspecciones gubernamentales y se ordene su desmantelamiento".
Otra estatua cubierta es el buda de cobre rojo de la ciudad de Zhangzhou. La Agencia de Asuntos Religiosos mandó inscribir un mensaje sobre las láminas que cubren al Buda: "No olvides tu intención inicial. Ama a tu país, ama a tu religión".
En otros casos, se colocan mensajes de concienciación ambiental para aprovechar el espacio. No se ha informado del destino de estas estatuas ni el tiempo en que estarán ocultas.
Aunque algunas reformas de Deng Xiaoping suavizaron la campaña contra las religiones evidenciada en la llamada revolución cultural (1966-1976) y se ha intentado un trato más tibio hacia el budismo, estas medidas ponen sobre la mesa un capítulo que no está cerrado entre el gobierno y sus sociedades.
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