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Los cinco pecados que condenaron a Falcioni en Universidad Católica

  • Por Meganoticias

"Ojalá consiga tener las tres G, gustar, ganar y golear. Esperamos ser parte de la trascendencia de este club en un futuro". Con esas palabras se presentó Julio César Falcioni el 27 de mayo en San Carlos de Apoquindo. Casi seis meses después, Universidad Católica lo despidió con un registro que está muy lejos de las intenciones con que llegó el argentino. 

 

El ex Boca Juniors estuvo muy lejos de las ansiadas G. Ganó sólo cuatro partidos en el Apertura, goleó solamente al actual colista del campeonato, Cobreloa (5-1), y de gustar ni hablar: se tiró a la hinchada encima sacando a un referente del equipo titular, se fue eliminado penosamente de la Copa Sudamericana y logró un mediocre 35% de rendimiento que tienen a la UC 12° sin chances de liguilla. 

 

Y es que más allá de las decisiones dirigenciales en cuanto a refuerzos y un plan de trabajo estructurado, desde que llegó a la precordillera, Falcioni fue cavando su propia tumba. Pecó más de la cuenta y tuvo suerte de aguantar seis meses porque Cruzados SADP lo absolvió en reiteradas ocasiones. La derrota con Colo Colo hizo que los 450 mil dólares que tendrán que pagarle por despedirlo pasaran a ser, definitivamente, un mal menor para la institución. 

 

Desconocimiento de su plantel

 

Falcioni llegó a la UC precedido de un fracaso similar al que lideró en Chile. En 2013 fue despedido de All Boys en Argentina, donde cosechó solamente tres triunfos en 16 partidos. Un semestre después fue anunciado como nuevo técnico de Católica y no tuvo problemas en asumir que solo conoció al plantel luego de estampar la firma en el contrato millonario. Confiar en los dirigentes pareció ser la errada consigna del trasandino. Luego intentó pedir refuerzos (tras la salida de Enzo Roco), que nunca llegaron. Ya estaba atrapado con jugadores desconocidos para él. Igual, tuvo dos meses para preparar el Apertura. 

 

Caso Toselli

 

Una de las primeras críticas que recibió Falcioni por parte de la hinchada y referentes cruzados, fue la suplencia de Cristopher Toselli. El técnico en más de una ocasión explicó que Franco Costanzo había comenzado a entrenar antes -por la participación de Toselli en el Mundial- y así se ganó el puesto. Sin embargo, una vez que se conoció la lesión en la rodilla, el DT cambió su discurso y le deseó la temprana recuperación para que pudiera recuperar el puesto de titular. Las palabras no fueron el mejor amigo de Falcioni mientras duró en la UC. 

 

Oncena titular

 

En los 19 partidos que alcanzó a dirigir Falcioni en Católica, supo parar 13 alineaciones distintas. Los hombres que más vieron acción fueron Costanzo, Cristián Álvarez y Erik Pulgar; el resto rotó y rotó. Un ejemplo es el partido con Colo Colo, donde a pesar de la trascendencia, el entrenador improvisó un inédito trío en ataque, con Mark González, David Llanos y Juan Pablo Gómez. A las indecisiones a la hora de buscar los nombres, se suma la del esquema. Falcioni utilizó cuatro dibujos tácticos distintos. 

 

Estilo de juego

 

Las pocas cosas que partido a partido no cambió el argentino fue su línea de cuatro en el fondo. Eso puede engañar a la hora de pensar a qué vino a jugar Falcioni en Católica. En su país es conocido como un técnico pragmático, que defiende el resultado; un gol y a guardarse. En la UC ni siquiera eso pudo demostrar. Porque a pesar de los dos laterales y la pareja de centrales fija en el fondo, es en la parte defensiva donde más sufrió el equipo: las coberturas y relevos nunca siguieron una lógica. En la generación de peligro, lo mismo: los circuitos eran escasos, quizá la única jugada que uno podía adivinar era la subida de Mark González por izquierda, que servía de poco porque en el área nunca hubo un referente o volantes que se sumaran en busca del gol. 

 

Autocrítica

 

Cuando el 21 de agosto River Plate de Uruguay eliminó a Católica de la Copa Sudamericana, las palabras de Falcioni marcarían sus próximos pasos por las salas de conferencia: "De acá me sacan con un escribano". A pesar que las derrotas ya no eran novedad en la precordillera, Falcioni siempre habló del futuro y de los refuerzos que necesitaba para reforzar el plantel. Además explicaba que necesitaba armar su propio equipo, cosa que no pudo hacer al llegar. Y así sucesivamente en cada una de sus intervenciones. A pesar que alguna vez asumió la responsabilidad de la crisis deportiva, la guinda de la torta la puso tras la caída del domingo ante Colo Colo, cuando habló sobre cómo Católica maniató a uno de los líderes del fútbol chileno