Estas son tres simples recomendaciones para limpiar los quemadores de tu cocina
Uno de los dramas más grandes al momento de cocinar es cuando estamos pendientes de una olla que está por hervir y que, tras un pequeño descuido, se desborda dejando nuestra cocina completamente sucia.
Así empieza la tediosa tarea de tener que limpiar los quemadores de la cocina, para que la capacidad de calentar de esta no se vea afectada por la suciedad dejada por nuestro descuido.
No está de más recordar que, aunque seamos muy cuidadosos al preparar nuestros alimentos, es necesario que de vez en cuando hagamos una mantención a nuestra cocina para que así no se vea afectado su funcionamiento.
¿Cómo limpiar los quemadores de la cocina?
Limpiadores de cocina
La primera recomendación para mantener tu cocina en buen estado es utilizar la amplia gama de productos especializados, como limpiadores de horno, que facilitan enormemente esta tarea.
Para que la limpieza sea correcta es recomendable utilizar un cepillo de alambre que ayude a limpiar bien la obstrucción que hace que nuestra cocina no caliente bien.
Vinagre
Dentro de los trucos caseros para la limpieza de este artefacto esencial del hogar se encuentra el uso del vinagre. Con esta técnica lo que debes hacer es quitar los quemadores de tu cocina, enjuagarlos y luego dejarlos en remojo en un recipiente con vinagre blanco y jugo de limón.
Si aun así los quemadores siguen sucios u obstruidos, puedes espolvorear un poco de bicarbonato y frotarlos con un cepillo de dientes que ya no utilices.
Amoníaco
Si nada de esto funciona, puede hacer uso del amoníaco. Para esto es importante que previamente te protejas de con un tapabocas y guantes, ya que este es un producto químico que emana un fuerte olor y que podría provocar alguna reacción en la piel.
Para limpiar los quemadores con este producto solo se necesitan unas cuatro cucharaditas que debes poner en una bolsa hermética, en la cual después se deben introducir los quemadores. Solo debes cerrarla y dejar que en un período de una tres horas el amoníaco haga su trabajo.
Pasado este tiempo, abre la bolsa en un lugar bien ventilado y lava tus quemadores con agua y jabón, o algún detergente de cocina.
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