Simulacro demostró que si un meteorito llega a la Tierra sería imparable
Recientemente fue el congreso internacional de Defensa Planetaria, y durante el evento, los científicos simularon los peligros de que un meteorito se dirija a la Tierra. Lamentablemente, con los instrumentos disponibles, si esto ocurriera, no habría escapatoria.
Según el ejercicio, el asteroide 2021 PDC (el cual no existe) fue descubierto el pasado 19 de abril y se espera que impacte la Tierra el 20 de octubre. Desde que se avistó, se levantaron las alertas de las agencias espaciales internacionales para poder monitorear su recorrido.
Originalmente, la posibilidad de impacto era 1 en 2.500, y no se sabía mucho de su tamaño, pero con el paso de los días se supo que el meteorito caería en Europa, entre Alemania y República Checa, dónde destruiría más de 150 kilómetros a la redonda.
¿Qué tan grande tiene que ser para destruir la Tierra?
Son muchos los factores que influyen en el nivel de daño: la trayectoria, tamaño y velocidad a la que viaja, son algunos de ellos.
Durante el ejercicio, las organizaciones espaciales determinaron que un asteroide de 50 metros de diámetro, podría provocar la devastación local. En caso de que se trate de un bólido de 150 metros de diámetro causaría una devastación regional que podría afectar de 0 a 86 millones de personas.
Un meteorito con un diámetro de 1 kilómetro, podría generar un desastre global, y sobre los 10 kilómetros de diámetro, provocaría la extinción de toda nuestra especie.
Mecanismos de defensa
Del ejercicio, los científicos, sólo determinaron el rol fundamental que tiene la comunicación internacional para estos casos. Y, por el momento, no existe la tecnología capaz de destruir un meteorito que se dirija a la Tierra, pero la NASA comenzará a testear estos mecanismos.
El nuevo empresario del espacio, Elon Musk, comentó sobre la falta de soluciones que existen ante un posible meteorito. "Esta es una de las tantas razones por la que necesitamos cohetes más grandes y avanzados", comentó el CEO de SpaceX.
De hecho, la empresa privada de Musk firmó un contrato de 69 millones de dólares con la NASA para asistir a la agencia espacial en el lanzamiento del primer programa de desviación de un asteroide en el espacio: DART.
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