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Conoce 5 efectivas técnicas para manejar el estrés de los niños

  • Por Meganoticias

En el contexto de pandemia la vida de todos se ha vuelto insegura, inestable e impredecible. Diversos estudios dan cuenta que esta situación ha generado múltiples consecuencias en la salud mental de las personas.

En el caso de los niños, los efectos pueden ser aún más complejos, ya que pueden presentar cuadros de estrés. Esto sucede ya que las áreas del cerebro destinadas a “pensar y razonar” como la corteza cerebral, se encuentran muy vulnerables, dependientes y aún no están completamente desarrolladas y en cambio las áreas destinadas a la identificación de peligros, respuestas de lucha y huida (sistema límbico), sí tienen un mayor desarrollo. Por esta razón neurofisiológica, los más pequeños se estresan por múltiples situaciones y les es muy difícil calmarse a sí mismos. 

El psicólogo Hugo Huerta, especialista en Trauma Complejo del desarrollo, explica que el estrés es el conjunto de respuestas de nuestro organismo para afrontar situaciones amenazantes y es enfático al señalar que el cerebro de un niño necesita seguridad, estabilidad y predictibilidad para el cuidado de su desarrollo.

Diversos estudios afirman la importancia de que los padres y cuidadores comprendan el funcionamiento del cerebro de los más pequeños, para así poder facilitar su desarrollo.

Por ejemplo Daniel J. Siegel, médico psiquiatra estadounidense, autor de los libros “Disciplina sin lágrimas” y “El cerebro del niño”, indica que un menor que vive en un ambiente de excesivo estrés, comenzará a evidenciar problemas en su desarrollo cognitivo como el conocido trastorno de déficit atencional. Otro aspecto es como el aumento del cortisol (hormona del estrés) en la sangre de los niños, está relacionado a la hiperactividad.

¿Cuáles son los síntomas físicos y psicológicos de un niño estresado?

Hugo Huerta, señala que los síntomas físicos son la aceleración de la respiración, tensión muscular, aceleración de su ritmo cardíaco, hipoactivación de su sistema digestivo, bruxismo, el aumento del cortisol y el azúcar en la sangre. Mientras que en lo psicológico lo más notorio es el aumento de las respuestas emocionales y la disminución de su capacidad para el desarrollo de funciones cognitivas como el pensamiento, la atención y la expresión del lenguaje.

La relación entre el estrés y las rabietas

“Una rabieta es precisamente un niño estresado, entonces lo importante es que los padres y cuidadores aprendan técnicas para poder regular el estrés de sus hijos de manera efectiva, ya que entre más pequeños menos tienen capacidad de hacerlo por sí mismos y esta capacidad se logra plenamente alrededor de los 25 años, donde el cerebro humano alcanza su pleno desarrollo”. Aconseja el especialista en Trauma Complejo del desarrollo.

Hugo Huerta recomienda que para poder distinguir el estrés de un simple intento de pasar a llevar los límites establecidos, es necesario observar las respuestas físicas y emocionales, que en el caso del estrés son muy notorias, ya que veremos alguna expresión como los gritos, llanto excesivo o tensión muscular.

Consejos para sobrellevar este problema

1. Mantener la calma: Es importante que los padres y cuidadores estén tranquilos porque es eso lo que da más seguridad a los niños y niñas. No deben olvidar que su rol es clave para protegerlos.

2. Observarlos y conocerlos: Esto ayuda a anticipar situaciones potencialmente estresantes, para que idealmente no sucedan. “Facilitar el uso del lenguaje para explicar lo que les pasa y así ayudarlos en su desarrollo cerebral, pasando de los gritos, gruñidos y movimientos bruscos, a las palabras, frases y una adecuada expresión corporal que, en conjunto, mejoren su interacción social”. Advierte el psicólogo.

3. Co-regulación: Hugo Huerta recomienda que en un momento de emergencia por el estrés, una excelente técnica de co-regulación, es estimular su pensamiento, por ejemplo hacerles preguntas sobre otras cosas que no estén relacionadas con la situación que les está causando agobio, al responderlas, los niños activarán las áreas del cerebro que por consecuencia apagan las emociones.

4. No exponerlos a situaciones estresantes: Por ejemplo si sabes que siempre que lo llevas al supermercado se estresa porque pide cosas que no le puedes comprar, no lo lleves, mantén a tu hijo en un ambiente y en relaciones donde le parezca que la vida es bella.