¿Sufres de estreñimiento? Aquí te mostramos una guía sobre lo que debes comer

Si hay algo que podemos corregir sin mayor complicación es el estreñimiento. Esta condición se presenta por malos hábitos alimenticios, por el poco consumo de fibra y una baja hidratación.

Quienes tardan más de tres días sin evacuar podrían empeorar su situación. Esto es porque con el tiempo los intestinos cargados de materia fecal se deterioran e, incluso, dan lugar a los divertículos. Estas bolsitas protuberantes en la piel del colon causan dolor y en ocasiones fiebre e infección.

Elimine el estreñimiento, cambie sus hábitos

El estreñimiento no debe ser asumido como una condición con la que hay que vivir, eso sería como acostumbrarse a caminar con una piedra en el zapato. La clave está en tener la disposición a cambiar hábitos poco saludables por mejores prácticas alimenticias.

En el mercado existe una gran variedad de productos que pueden revertir esa molesta sensación y los resultados se notarán en pocos días. Los laxantes comerciales y supositorios son una opción, pero siempre será mejor permitirle a su cuerpo que procese naturalmente los alimentos y no crear adicciones.

Por ejemplo, la manzana es una fruta que aporta fibra -en su cáscara- y es rica en una enzima llamada pectina que estimula el movimiento intestinal. Integre frutas y vegetales frescos todos los días en sus comidas.

Sin que se sienta castigado, prefiera asumir esta práctica saludable como una oportunidad para proteger sus órganos de daños que luego se vuelven irreversibles. También, consuma las carnes blancas y los pescados ricos en omega 3 como el atún, el salmón o las sardinas.

Ni dulces ni pizzas

Evite las golosinas muy cargadas de colorantes de difícil digestión. Los pasteles y recetas con harina y azúcar causan estreñimiento. Los carbohidratos, como el arroz blanco, si se consumen con frecuencia, pueden retrasar la visita al baño.

Tampoco se recomienda el consumo regular de frituras, hamburguesas, pizzas, lácteos y las grasas de embutidos o jamón. Estos alimentos resultan pésimos para un buen funcionamiento intestinal por su nulo aporte de fibra.