¿Te gusta la grasa de la carne? Cuidado con la contaminación por dioxinas

La grasa de la carne, esa que tanto provoca y que está presente en muchos cortes parrilleros y embutidos, es potencialmente un peligro para la salud, pues es allí donde se hallan las mayores concentraciones de dioxinas.

De acuerdo con la OMS, más del 90% de la exposición humana a las dioxinas procede de los alimentos, “y fundamentalmente de la carne, los productos lácteos, el pescado y los mariscos”.

Según el organismo, cuando las dioxinas entran al organismo pueden quedarse años –entre 7 y 11 años- debido a su estabilidad química y a su fijación al tejido graso.

“En el medio ambiente, tienden a acumularse en la cadena alimentaria. Cuanto más arriba se encuentre un animal en dicha cadena, mayor será su concentración de dioxinas”, se señaló.

¿Qué son?

Las dioxinas son un grupo de unos 200 compuestos químicos contaminantes y que se encuentran en el medio ambiente de todo el mundo.

Sus efectos son nocivos en varias direcciones, pues el consumo prolongado de altas concentraciones de esta sustancia puede generar problemas de reproducción y desarrollo, daños hepáticos, cardiovasculares, afectar el sistema inmunitario, el funcionamiento hormonal y causar cáncer.

En la naturaleza, las dioxinas se producen en incendios forestales o erupciones volcánicas, pero la combustión descontrolada de desechos es la que más afecta al planeta, pues entra en contacto con la cadena alimentaria.

¿Qué hacer?

La Fundación Vasca para la Seguridad Agroalimentaria sostiene que los procesos industrializados cumplen normas para reducir los niveles tóxicos de dioxinas, sin embargo, siguen presentes.

“Resulta aconsejable no abusar del consumo de alimentos de origen animal, como pescados, carnes y huevos, y sus derivados y limitar la ingesta de aceites y grasas de origen animal, además de mantener una dieta equilibrada con el consumo de frutas y verduras”, precisa.

Otras acciones como lavar bien las frutas y las verduras que vayan a consumirse crudas, mantener la cadena de frío de los alimentos y no mezclar los alimentos crudos con los cocinados es otra medida de seguridad.