Mantén tu piel y cabello saludable durante el invierno con estas sencillas recomendaciones
Con la llegada del invierno es inevitable exponerse a cambios de temperatura que, tarde o temprano, terminan ocasionando daños en nuestra piel y cabello.
La dermatóloga Claudia Ballestrini, de la Clínica Santa María, afirmó que durante esta época del año "la piel se seca debido a que el frío produce vasoconstricción (estrechamiento) y como consecuencia de este proceso llegan menos nutrientes y oxígeno a la piel, lo que produce una acumulación de células".
Además, junto al frío, los cambios de temperatura destruyen la capa hidrolipídica de la piel, lo que se traduce en una pérdida de agua.
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Otros factores que influyen en la resequedad de la piel durante esta estación del año son:
- El viento y baja humedad reducen la cantidad de agua en dermis.
- La contaminación ambiental también juega un rol en este daño.
- Los ambientes más calurosos derivados de la calefacción aumentan la vasodilatación y la piel se coloca en algunos pacientes enrojecida.
- En la nieve, dado a una mayor altura, aumenta la radiación ultravioleta y aumenta el riesgo de quemaduras solares.
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La especialista resaltó que estos mismos efectos negativos ocurren en el cabello, el cual sufre el daño de la reseca, la pérdida de brillo y hasta su caída debido al clima, el viento y la contaminación ambiental. Por tal motivo precisó la importancia de mantener una alimentación equilibrada y, en casos necesarios, tomar vitaminas ricas en Zinc y Biotina.
Recomendaciones para tener en cuenta
En vista a los bajos niveles de temperatura, y al cambio de la misma debido al uso de aparatos para calentarnos, la especialista recomienda seguir los siguientes consejos para mantener la piel y el cabello sano:
PIEL
- Limpieza e hidratación diaria.
- Evitar duchas con agua caliente y prolongadas, porque se pierde la capa hidrolipídica de la piel.
- Uso de bloqueador solar de 30 o más.
- Uso de bálsamos labiales y cremas de manos.
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CABELLO
- El cabello debe ser lavado con agua tibia, champú neutro.
- Uso de bálsamos ricos en ceramidas y manteca de karité.
- Evitar el uso frecuente del secador de pelo.
