Síndrome del Intestino Irritable: Conoce los mitos y verdades acerca de este trastorno digestivo
El Síndrome del Intestino Irritable, SII, también conocido como "colon irritable" es un trastorno funcional digestivo, debido a las alteraciones en el funcionamiento o a la sensibilidad del tubo digestivo.
De acuerdo a la Sociedad Chilena de Gastroenterología, el síntoma más común de esta enfermedad es el dolor o malestar abdominal fluctuante por largo tiempo.
En los últimos años, el Síndrome del Intestino Irritado, se ha considerado como un padecimiento casi epidémico debido a que afecta a un 15% de los adultos, de los cuales un alto porcentaje son mujeres. Además, se ha instalado dentro de los ocho diagnósticos más habituales de la Medicina General.
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El doctor Jaime Contreras, Director de Planificación Estratégica de Campos Clínicos de la UNAB, aseguró que junto al "dolor abdominal en el bajo vientre que se agrava al comer; sus síntomas se acompañan de una alteración de la frecuencia, forma y consistencia de las heces y que se alivia al defecar; también puede haber excreción de moco sin sangre y un evidente empeoramiento o aparición de esta sintomatología en situaciones de estrés".
Aunque sus causas específicas aún se desconocen, los especialistas aseguran que el síndrome puede estar asociado a factores como el estrés y, claramente, a la alimentación.
Para despejar algunas dudas al respecto, el facultativo explicó algunos mitos y verdades que giran entorno al Síndrome de Intestino Irritable:
- El diagnóstico es fundamentalmente clínico: VERDAD.
Los exámenes que se realizan son para descartar otras enfermedades con síntomas similares, como la intolerancia a la lactosa, enfermedad diverticular (inflamación o infección en los divertículos en el colon), cáncer de colon, enfermedad inflamatoria intestinal y enteritis infecciosas.
A los posibles pacientes con el síndrome se les recomienda un estudio con hemograma y velocidad de eritrosedimentación, perfiles bioquímico y tiroideo, sangre oculta en deposiciones, test de tolerancia a lactosa, rectocolonoscopia (en mayores de 50 años) y en personas muy estreñidas una enema baritada (examen del intestino grueso con el fin de descartar patologías o malformaciones orgánicas).
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- Quienes sufren de SII no deben comer grasas ni alimentos condimentados: VERDAD.
Eso se debe fundamentalmente a que su sintomatología, especialmente la distensión del abdomen y el dolor aumentan enormemente. Es un buen consejo que no coman alimentos con alta carga de grasa.
- Quienes sufren de SII podrían desarrollar cáncer: MITO.
El cáncer no tiene nada que ver con una enfermedad como el Intestino Irritable. Sin embargo, los pacientes que tienen síntomas del síndrome se le recomienda realizarse chequeos mediante una colonoscopia, ya que incidentalmente puede aparecer un tumor o un pólipo.
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- Con un buen tratamiento se cura: MITO.
Hasta el momento no hay una cura conocida. Habitualmente, los síntomas decrecen en la tercera edad; los cambios y restricciones dietéticas son necesarios; la medicación puede ser innecesaria. El tratamiento que se coloca al paciente va de acuerdo al síntoma que predomina: dolor, diarrea o estreñimiento. En este caso, la psicoterapia tiene un rol importante en pacientes con perfil depresivo o en los que no responden a tratamiento alguno.
Tratamiento adecuado
La Sociedad Chilena de Gastroenterología sostiene que el tratamiento para el SII depende de distintos factores como:
- La frecuencia e intensidad de los síntomas.
-La preocupación que suscitan en el enfermo.
- La repercusión sobre la calidad de vida.
- El tipo de síntoma predominante.
- La asociación con otros trastornos digestivos o extradigestivos.
- La posible existencia de trastornos psicológicos concomitantes.
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Debido a que todas estas variables influyen de manera sustancial en las decisiones terapéuticas, algunos pacientes pueden beneficiarse con medidas sencillas, incluyendo consejos dietéticos o cambios en el estilo de vida. No obstante, otros requerirán tratamiento farmacológico para atenuar la intensidad de los síntomas en períodos de exacerbación.
La instancia indicó que hay casos más complejos en el que los pacientes requerirán de una aproximación terapéutica más completa, como la asociación con el tratamiento psicológico.
