La maldición de los hijos de Robert Redford que no conocías

Recientemente, el veterano actor Robert Redford de 81 años, anunció su retiro de la gran pantalla: "He concluido que esto es el fin para mí en cuanto a actuación y que me voy a jubilar después, porque he estado haciendo esto desde que tenía 21 años", fueron sus palabras.

Un tiempo para que el artista pueda compartir aún más con su esposa Sibylle Szaggars, sus cuatro hijos y seis nietos. Pero hoy no nos enfocaremos en Robert sino más bien, en sus hijos: Scott, Shawna, James y Amy, quienes han tenido que vivir momento marcados por enfermedades, asesinatos y accidentes de tránsito.

Iniciamos con Scott, él nació en 1959, fruto de su matrimonio con Lola Van Wagenen. Pero el pequeño falleció cinco meses después por muerte súbita, un síndrome apenas conocido en esa época: "Como padre tiendes a culparte a ti mismo, eso te deja una marca que nunca se curará", dijo el actor durante una entrevista en ABC.

A pesar del dolor que sentían por la pérdida, la pareja decidió tener más hijos. Así llegaron al mundo Shawna,  Jamesy Amy, todos ellos dedicados al mundo del séptimo arte. Una vida que, aunque parece muy exitosa, no lo ha sido para la familia del galán de Hollywood.

Shawna, vivió en primera persona el asesinato de su novio en la Universidad de Boulder (Colorado). Ella vio, con sus propios ojos, cómo el mejor amigo de su pareja, le quitó la vida. La joven cayó en una profunda depresión que casi logra acabar con su vida. Shawna, con los sentidos mermados por la enfermedad, hundió el vehículo en un lago. Tras el accidente automovilístico, los doctores pensaron que nunca más volvería a caminar.

Afortunadamente, la joven luchó por recuperarse. En la actualidad es pintora y está casada con Eric Schlosser, productor de "Pozos de Ambición", con quien tiene dos hijos.

Con respecto a James, cuando tenía 15 años, le diagnosticaron una inflamación en el colon que afectó su hígado, lo que le llevaba a sufrir terribles dolores. Para recuperar su salud, entró en la lista de trasplantes, encontró uno nuevo, pero éste falló una semana después de la operación. Meses más tarde, volvió a entrar en la lista y de nuevo fue operado, esta vez con éxito.

Luego de esa experiencia, James ha dedicado su vida a una institución a favor de educar a la población en la importancia de la donación de órganos y los trasplantes. Hoy vive una vida normal en California, junto a su mujer, Kyle, a quien conoció en el instituto. Frutos de esta relación, nacieron dos hijos: Dylan y Lena.

Finalizamos con Amy, la menor del clan. Ella es la única que, por el momento, parece haber escapado de la "maldición" Redford. Estudió en los mejores colegios privados de Nueva York y asegura que el peor capítulo de su vida fue el divorcio de sus padres. Para ese momento, la joven tenía 15 años y no soportaba ser perseguida por los paparazzi. Dentro de todo, la que menos ha tenido "inconvenientes" dentro de la familia.