La increíble y desconocida "mansión faraónica" construida en Chile

  • Por Alejandro Gonzalez

Eran seis mil hectáreas de fundo, y que se mantuvo durante al menos seis generaciones. 

Se trata de las tierras de Tanumé, al norte de Pichilemu, propiedad de la familia Aspillaga (matrimonio entre Manuel José Aspillaga Velasco y Dolores Santander Achurra)

En ella se trabajaba la tierra con plantaciones de trigo y criadero de ovejas, vacuno y bueyes, como cualquier otro fundo de la época. Sin embargo, ésta tenía algo especial. 

Comenzó como una tradicional casa colonial, con un gran corredor delantero frente a la costa de Pichilemu; con jardineras y escaleras talladas con piedas extraídas desde el Cerro San Cristóbal de Santiago.

Sin embargo, sería uno de los nietos de la familia Aspillaga Santander, específicamente Manuel Aspillaga, quien cambiaría de look esta clásica casona, por una extravegante mansión que tuviese un parecido a lo que él mismo vio en la ópera Aída, de Giuseppe Verdi

Una obra que fue encargada por Ismail Pachá, jedivé de Egipto (un cargo de la nobleza egipcia), al propio compositor. 

Por eso no sería extraño que el resultado fuese esta imponente construcción: 

En la actualidad, de la casa sólo quedan ruinas. Luego de 12 años, la familia logró recuperar el 25% de la propiedad y luego se puso a la venta. Finalmente, sería Francisco Javier Errázuriz Talavera quien junto a un socio se haría del inmueble.

Más tarde, la casa sufrió un incendio del cual, hasta hoy, se desconocen sus circunstancias. 

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